MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Método por Intercambios, un programa de pérdida de peso basado en la dieta mediterránea, permite que los pacientes adelgacen aunque participen en copiosas comidas navideñas, según un estudio con 274 pacientes de diversos centros.
La investigación ha sido realizada por la Asociación Método por Intercambios, en la que participan especialistas en endocrinología, nutrición, ejercicio y psicología de toda España. Este método se basa en la cocina mediterránea, sin pasar hambre, y sin excluir a ningún grupo de alimentos.
Aunque se cometa algún exceso puntual, como en Navidades, "las ingestas de nutrientes tratan de compensarse a lo largo del día a través de cantidades reconocibles, los intercambios", explica la doctora Clotilde Vázquez, jefa del Departamento Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y presidenta de la Asociación Método por Intercambios.
Según este trabajo, el 71% de los pacientes que realizan el método por intercambios pierde una media de 1,2 kilos en Navidad, según este estudio, y aquellos que más adherencia al tratamiento demostraron (más de 6 visitas al nutricionista) lograron reducir un promedio de 3,3 kilos.
"En Navidades se realizan muchas comidas familiares o de empresa en las que es más fácil descuidarse con la comida y es habitual engordar entre 2 y 3 kilos al acabar las fiestas. Sin embargo, también es posible perder peso siempre que se siga un método que enseñe a compensar esas excepciones que pueden surgir durante estas fechas", afirma la doctora Vázquez.
Eso se consigue, añade, gracias a "la flexibilidad que tiene cada persona con el método por intercambios para redistribuir los alimentos a lo largo del día, en base a sus gustos y sin menús cerrados, lo que resulta más cómodo para compartir con familiares y amigos una comida típica navideña".
Para esta especialista, "lo importante de cara a las Navidades es planificar bien las comidas y cenas a las que vamos a asistir y ser conscientes de que no hay ningún problema en disfrutar de ellas con los demás".
A su juicio, "saber que pueden compensar unos días con otros da tranquilidad a los pacientes y les quita la ansiedad de no poder disfrutar de esos días". De hecho, según el estudio, el 80% de las personas que realizaron este plan de nutrición vivieron las fiestas navideñas sin sentirse culpables por la comida, y el 88% consideró que la planificación le resultó muy útil.
¿CÓMO PERDER PESO?
La Asociación ha editado una guía, disponible en la web 'www.metodoporintercambios.com', con consejos nutricionales para adelgazar durante el período navideño. Entre ellos, recomienda realizar 5 comidas diarias, incluso en los días señalados; procurar que en todas las comidas haya hidratos de carbono, verduras y proteínas; controlar el consumo de alcohol y de dulces e intentar respetar los horarios.
Para evitar comer en exceso, la doctora Joima Panisello, vicepresidenta segunda de la Asociación Método por Intercambios, aconseja "comenzar las comidas con ensaladas y con aperitivos poco grasos; evitar el picoteo y comer del propio plato; no abusar de las salsas; controlar las cantidades o beber abundante agua pueden ayudarnos a perder peso aunque disfrutemos de una comida de celebración".
Uno de los fracasos de las dietas tradicionales es la dificultad de compaginarla con las comidas familiares o de amigos, destaca esta especialista. Sin embargo, argumenta, "eso no es problema con el método por intercambios, que pueden seguir todos, quieran adelgazar o no, ya que se trata de elegir entre los platos de la cocina tradicional y tratar de compensar las ingestas sin necesidad de una balanza".
Así, un intercambio de proteínas equivale, por ejemplo, a cuenco de almejas, unas cinco gambas o una rodaja mediana de lubina, indica. Lo único que tiene que tener en cuenta el paciente es "el grupo al que pertenece cada alimento para poder compensar en la comida siguiente con verduras y frutas y productos más bajos en grasa", resalta.
Entre los objetivos de este método es enseñar a las personas a ser autónomas a la hora de gestionar su alimentación y enseñarles a tomar decisiones sobre la misma, "incluso en periodos de más descuidos como el que se aproxima", señala la doctora Panisello.
El papel del profesional sanitario será planificar la dieta de acuerdo con las necesidades y los gustos de cada paciente y realizar un seguimiento hasta lograr su involucración total. "El objetivo final es conseguir que esas personas adquieran los hábitos correctos y no necesiten volver a la consulta porque han conseguido que la dieta iniciada con el método forme parte de su vida", concluye.