Foto: EDITORIAL AMAT
MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
Flora intestinal, probiótico y prebiótico, son tres palabras reconocidas desde hace años por el colectivo médico gracias a que su interacción las convierte en una herramienta más del cuerpo para luchar contra agentes externos, mejorando así la salud. Es precisamente, por ese poder determinante para el sistema inmunitario, que empiezan a calar en la población, cada vez mas responsable con su salud y preocupada sentir bien por dentro y por fuera.
De un tiempo a esta parte son numerosas las investigaciones que apoyan lo que para muchos parecía una teoría mientras que para otros era una realidad científica, el poder de la flora en el organismo, para su desarrollo y para el metabolismo. Sin embargo, este 'nuevo órgano' necesita de unos cuidados básicos para que funcione: una alimentación saludable, el uso de prebióticos y probióticos y evitar el abuso y mal uso de antibióticos.
Estas cuatro acciones, son básicas para mantener a punto la flora intestinal, también conocida como microbiota. Pero, exactamente ¿qué es la flora? A esa pregunta responden de manera fácil y amena el libro 'Las maravillas de la flora', editado por Amat, que lo cuenta todo sobre estos microorganismos, que cumplen funciones de protección, metabólicas y tróficas.
El libro, escrito por la doctora Margarida Mas y con la colaboración de la modelo Judit Mascó, da luz sobre qué es, cómo surgen y en qué benefician al organismo, al tiempo que incorpora consejos que se pueden aplicar de manera rutinaria a la vida diaria para mejorar su desarrollo y su influencia sobre el sistema inmunitario.
Las funciones que se le atribuyen a la flora intestinal constituyen un factor clave para el crecimiento y desarrollo de diversos órganos del cuerpo, induciendo no solamente efectos locales sobre el desarrollo del intestino (delgado y grueso) y su motilidad, sino también cambios tróficos a distancia como la maduración normal del cerebro, corazón, pulmones, sistema inmunitario, etc.
¿QUÉ ES LA FLORA INTESTINAL?
La flora es una comunidad de billones de organismos microscópicos que viven dentro del intestino, donde se alimentan de lo que nosotros comemos, mientras que ellos realizan funciones fundamentales para la salud y bienestar del organismo. No sólo existe flora en el intestino, también en otras partes del organismo -boca, piel, nariz, etc-.
Al ser una relación recíproca, hay que ser consciente de que si la flora se empobrece no puede llevar a cabo de manera óptima sus funciones, lo que repercute en el organismo en general. Es por ello que la alimentación es tan importante.
Por otra parte, cuando se rompe el equilibrio entre los diferentes tipos de bacterias que componen nuestra flora, alguna especie en concreto puede llegar o crecer más de la cuenta y, entonces originar una infección. Pero lo habitual es que todos cooperen y nos ayuden a mantener nuestra salud.
Igual que nuestra huella dactilar, la flora de cada persona tiene una composición única; formada por unas 1.000 especies microbianas diferentes, su composición puede ser muy variable en base a la diversidad de cada individuo, aunque se puede llegar reunir de 100 a 1.000 especies distintas, y casi todas son bacterias.
Las bacterias colonizan el organismo al nacer, se incorporan durante el parto y, con el paso de los años, la flora intestinal crece y se consolida hasta formar una colonia de varios millones de bacterias a todo lo largo y ancho del tubo digestivo.
De hecho, apuntan, los primeros meses de vida determinan las primeras composiciones de esta flora, así el tipo de parto, la lactancia materna, los hábitos higiénicos, el uso temprano de antibióticos, la introducción de alimentos o el tipo de dieta influirá en el tipo de bacterias existentes en el organismo.
¿QUÉ COME LA FLORA INTESTINAL?
De los determinados alimentos que se consumen dentro de la dieta se alimentan las bacterias, lo que significa que si se lleva una dieta variada y saludable, la flora estará equilibrada, diversa y sana, mientras que si la dieta es deficitaria o se abusa de productos no saludables, la flora intestinal será pobre.
La flora intestinal necesita una alimentación basada en el equilibrio nutricional y en la variedad: rica en fibras, alimentos frescos como vegetales (frutas, verduras y hortalizas), lácteos (yogures, leches fermentadas con bifidobacterias y quesos), así como cereales, legumbres y frutos secos.
Asimismo, necesita los probióticos - flora en tránsito - presente en yogures, leches fermentadas, kéfir, etc, , que son los que ayudarán a mantener su diversidad de especies y, por tanto, a realizar sus funciones fundamentales para la salud.
Por otro lado destaca determinadas fibras, que constituyen la base del alimento de estas bacterias. Para ello es recomendable el consumo de prebióticos. Un prebiótico es la parte no digerible de un alimento que estimula y facilita el crecimiento, así como la actividad de un grupo selectivo de bacterias beneficiosas de la flora intestinal, produciendo así beneficios para la salud.
Tanto los prebióticos como los probióticos deben formar parte de una dieta sana por sus beneficiosos efectos sobre la flora intestinal que han sido ampliamente estudiados y bien conocidos.
Precisamente el libro 'Las maravillas de la flora' dedica una parte importante a la alimentación y ofrece menús para cuidar día a día de la flora intestinal, desarrollada por la nutricionista Alicia Costa. Asimismo, la editorial ha puesto en marcha el portal www.lasmaravillasdelaflora.com', donde se puede encontrar información adicional al libro - como una consulta para resolver dudas, curiosidades sobre la flora o recetas- y un blog.