Pierde peso cuidando tu aliento

3 Alimentos Que Ayudan A Combatir El Mal Aliento
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Actualizado: lunes, 8 mayo 2017 14:02

MADRID, 8 May. (EDIZIONES) -

La ingesta de ciertos alimentos provoca mal sabor o sequedad de boca, un problema que predispone a la halitosis y que pasa desapercibido por el 55 por ciento de los pacientes.

El ajo y la cebolla son, sin duda, los casos más paradigmáticos de alimentos prescritos por muchos nutricionistas para perder peso, pero existen otros muchos alimentos presentes en este tipo de dietas que pueden predisponer a la halitosis: vegetales como la alcachofa, la col, la coliflor, el repollo o el brócoli son algunos de los más habituales.

"Estos alimentos son muy ricos en azufre, lo que predispone a la aparición de mal aliento. Lo más importante es detectar la causa de la halitosis y atacarla, pues estos productos forman parte de una alimentación sana y no es conveniente retirarlos completamente", ha comentado el director del Instituto del Aliento, Jonas Nunes.

Por este motivo, el experto, que acaba de publicar el libro 'Cómo cuidar tu aliento. La Guía Definitiva', ha ofrecido siete claves para perder peso cuidando el aliento.

1. Comer cada cuatro horas. Los ayunos prolongados tienden a provocar halitosis y, cuanto más prolongado el ayuno, más intensa la halitosis. Los estados de hipoglucemia inducen al cuerpo a utilizar vías metabólicas alternativas para reponer el nivel de azúcar en sangre, lo que genera compuestos del mal olor.

"Esta conversión es importante para perder peso, pero no hay un beneficio añadido en provocar una hipoglucemia extrema desencadenadora de mal aliento. También la ausencia de masticación durante un periodo largo de tiempo (con la consecuente reducción de la producción salival) es un factor que contribuye a esta situación, resultando en un estancamiento y consecuente putrefacción", ha explicado el experto.

Por ello, el experto ha aconsejado hacer cinco comidas al día, en pequeñas cantidades y repartidas a lo largo del día, y tomar un puñado de frutos secos para evitar hipoglucemias abruptas y estimular la renovación de la saliva.

2. Evitar una dieta demasiado hiperproteica. Las dietas ricas en proteínas son las más susceptibles de provocar mal aliento por la elevada ingestión de aminoácidos, pues estas moléculas son utilizadas por las bacterias para la producción de compuestos del mal olor. Un hecho constatado en laboratorio.

"Tras añadir dos aminoácidos (cisteína e triptófano) a muestras de saliva, se comprobó de inmediato la aparición del mal olor", ha afirmado Nunes, para aconsejar evitar una dieta basada únicamente en alimentos ricos en proteínas (y azufre), como la carne, el pescado, el pimiento rojo, ajo, cebolla, brócoli, coles de Bruselas, avena, semillas de trigo, lácteos y clara de huevo.

3. Ingerir un mínimo de hidratos de carbono o sustancias ácidas. La glucosa es el sustrato o "alimento" de varias de las bacterias orales que predominan en la saliva. Esta les lleva a producir un pH ácido que inhibe la proliferación de las bacterias productoras de halitosis, que actúan en pH alcalino. Por otro lado, existen bacterias que pueden usar como sustrato tanto la glucosa como las proteínas y que, en ausencia de la primera, metabolizan las proteínas, cuyos productos poseen mal olor y también contribuyen a la existencia de un pH más alcalino.

Ante esto, el experto ha recomendado optar por hidratos de carbono de absorción lenta como el existente en fresas, cerezas, frutos rojos, hortalizas, arroz integral. Condimenta tus comidas con unas gotas de limón.

4. Consumir alimentos sólidos ricos en fibra. Los alimentos más ricos en fibra proporcionan una masticación más vigorosa y promueven la producción salival. Se debe tener en cuenta también la ausencia del efecto raspador/limpiador que algunos alimentos sólidos ejercen al ser friccionados sobre la lengua, contribuyendo a la eliminación de los detritos y las bacterias productoras del mal olor que se acumulan sobre la lengua.

"Opta por verduras de hoja (espinaca, lechuga), al igual que la zanahoria, espárragos, tomate, berenjena, y por las frutas en general (sobre todo con cáscara). Limpiar la lengua tres veces al día con un limpiador de lengua es también una alternativa bastante eficaz", ha comentado.

5. Hidratarse continuamente y estimular la salivación. Los estados de deshidratación, como los relacionados con la ingestión reducida de líquidos, promueven la disminución de la producción de saliva, con el consiguiente estancamiento de los restos alimenticios en la boca y su posterior degradación por parte de las bacterias bucales. Por otro lado, la disminución de la espesura salival promueve la volatilización de los compuestos del mal olor disueltos en la saliva.

En este sentido, ha subrayado la importancia de beber, además de agua, líquidos con ligero sabor ácido (como tés fríos de limón sin azúcar) y tomar pastillas de ciruela umeboshi japonesa, ya que son imperceptibles y estimulan más y mejor la saliva.

6. Evitar bebidas alcohólicas. Además de perjudiciales para cualquier persona que quiera eliminar esos kilos de más, las bebidas alcohólicas también predisponen a la aparición de mal aliento. La oxidación del etanol ocurre inicialmente en la boca y, después, se vuelve más predominante en el hígado (pudiendo durar varias horas), resultando en diversos compuestos del mal olor, como el acetaldehído. El alcohol también es un agente deshidratante, contribuyendo a la volatilización de los compuestos del mal olor salival.

7. Evitar comidas con olor intenso. Después de ingeridos, los alimentos son sometidos a un conjunto de transformaciones químicas y físicas, hasta convertirse en compuestos menores con capacidad de ser absorbidos. Los nutrientes atraviesan las paredes permeables del intestino delgado y a través del torrente sanguíneo, llegan al hígado, donde se lleva a cabo, entre otros procesos, la neutralización de ciertos compuestos del mal olor. Los compuestos del olor presentes en la sangre se excretan generalmente a través del pulmón junto con otros gases, como el dióxido de carbono.

"La cantidad de mal olor liberado depende del tipo de alimento, de la dosis, de cómo ha sido preparado, el ajo crudo provoca un mayor impacto en la halitosis que el ajo que ha sido cocinado, y factores de susceptibilidad individuales. El olor provocado en el aliento no es siempre idéntico al del alimento ingerido, pudiendo en ciertas personas manifestarse como un olor desagradable bien distinto2, ha argumentado.

Finalmente, ha aconsejado evitar los alimentos con un olor y gusto más intensos, tales como ajo, cebolla, leche, queso, huevos, condimentos y picantes, anchoas o embutidos. "La toma frecuente de café predispone a los individuos a la aparición de halitosis por sus características deshidratantes de la saliva. Existen alimentos con capacidad de neutralizar olores. Los que se han demostrado científicamente capaces de captar y neutralizar los malos olores son los champiñones y el té Oolong. Otra alternativa, sin embargo, solamente enmascaradora y con baja duración, es la ingesta de productos con olor de menta, hortelana y similares", ha zanjado.