MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La comida preparada en casa reduce el riesgo de exposición a las sustancias químicas perfluoroalquiladas (PFAS), presentes en los envases de comida rápida o para llevar, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Silent Spring de Estados Unidos y que ha sido publicado en la revista 'Environmental Health Perspectives'.
Las PFAS son clase de sustancias químicas ampliamente utilizados en una variedad de productos antiadherentes, resistentes a las manchas e impermeables, que incluyen alfombras, utensilios de cocina, ropa para exteriores y envasados para alimentos. Su exposición se ha relacionado con numerosos efectos sobre la salud como, por ejemplo, cáncer, enfermedad de la tiroides, inmunosupresión, bajo peso al nacer y disminución de la fertilidad.
En el trabajo, los expertos han analizado datos de 10.106 personas que habían participado en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES), un programa de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que rastrea las tendencias de salud y nutrición en los Estados Unidos.
Los participantes respondieron preguntas detalladas sobre su dieta, recordando lo que comieron en cuatro escalas de tiempo diferentes: en las 24 horas, e los 7 días, 30 días y 12 meses anteriores. Los participantes también habían proporcionado muestras de sangre que habían sido analizadas para varios productos químicos PFAS diferentes.
Los investigadores encontraron que las personas que comían más en casa tenían niveles significativamente más bajos de PFAS en sus cuerpos. La gran mayoría (90%) de estas comidas consistía en alimentos comprados en una tienda de comestibles.
Por el contrario, las personas que consumían más comida rápida o con mayor frecuencia en restaurantes, incluidas las pizzerías, tendían a tener niveles más altos de PFAS en sus cuerpos. Esto sugiere que la comida rápida y la comida de otros restaurantes tienen más probabilidades de estar contaminadas con PFAS, lo que puede deberse a un mayor contacto con los envases de alimentos que contienen PFAS.
"Este es el primer estudio que observa un vínculo entre las diferentes fuentes de alimentos y las exposiciones a PFAS en la población de los Estados Unidos. Nuestros resultados sugieren que la migración de productos químicos PFAS de los envases de productos a los alimentos puede ser una fuente importante de exposición a estos químicos", han explicado los investigadores.
Aunque el estudio no analizó directamente el envasado de alimentos o el alimento en sí para PFAS, los hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores, incluido un estudio anterior de Silent Spring que encontró que los productos químicos de PFAS son comunes en el envasado de comida rápida.
De acuerdo con estudios previos, los investigadores también encontraron que las personas que consumieron más palomitas de maíz de microondas tenían niveles significativamente más altos de PFAS, debido a la filtración de químicos de las bolsas de palomitas de maíz. De hecho, cuatro químicos PFAS que se detectaron en las muestras de sangre de los participantes y que se asociaron con comer más palomitas de maíz se detectaron previamente en bolsas de palomitas de maíz para microondas.