Archivo - Un joven mira la sección de bebidas energéticas en el supermercado. - SOLSTOCK - Archivo
MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Lo que parecía un hábito cotidiano terminó en un derrame cerebral que cambió la vida de un hombre de 50 años. Consumía ocho bebidas energéticas al día, superando con creces la cantidad de cafeína recomendada, y los resultados fueron devastadores: presión arterial peligrosa, debilidad en un lado del cuerpo y problemas para hablar y moverse.
Este caso, publicado por expertos del NHS en BMJ Case Reports, no es aislado. Los médicos advierten que las bebidas energéticas, populares entre jóvenes y adultos, pueden ser un riesgo silencioso para el corazón y el cerebro, y que la falta de regulación y conciencia podría estar poniendo a toda una generación en peligro.
LA DOSIS MORTAL DE CAFEÍNA
Beber varias bebidas energéticas todos los días puede suponer un grave riesgo de accidente cerebrovascular, advirten expertos de los Hospitales Universitarios del NHS, de Nottingham, en Reino Unido
Tal y como exponen los médicos en la revista 'BMJ Case Reports', después de tratar a un hombre de 50 años, saludable y en forma, que tenía el hábito de beber ocho latas diarias y una presión arterial extremadamente alta, los hallazgos llevaron a pedir regulación más estricta de las ventas y la publicidad de estas bebidas, especialmente dada su popularidad entre los jóvenes.
El hombre en cuestión sufrió un derrame cerebral en el tálamo, la parte del cerebro involucrada en la percepción sensorial y el movimiento. Sus síntomas incluían debilidad en el lado izquierdo, entumecimiento, así como dificultades con el equilibrio, la marcha, la deglución y el habla, lo que se conoce colectivamente como ataxia. Al ingresar al hospital su presión arterial era 254/150 mm Hg, lo que se considera extremadamente alto.
Le recetaron medicamentos para bajar la presión arterial y su presión arterial sistólica (que refleja la presión arterial durante la acción de bombeo del corazón) cayó a 170 mm Hg. Pero una vez de regreso a casa, su presión arterial aumentó nuevamente y se mantuvo persistentemente alta a pesar de la intensificación de su tratamiento farmacológico.
CUANDO LA DIVERSIÓN SE CONVIERTE EN RIESGO
Tras más preguntas, reveló que bebía una media de 8 bebidas energéticas al día, cada una de las cuales contenía 160 mg de cafeína, lo que sumaba una ingesta diaria de 1200-1300 mg de cafeína: la ingesta diaria máxima recomendada es de 400 mg. Se le pidió que abandonara este hábito diario, después de lo cual su presión arterial volvió a la normalidad y ya no fueron necesarios los medicamentos para bajar la presión arterial.
Pese a ello, no recuperó la sensibilidad completa del lado izquierdo. Los autores del informe señalan que la falta de conciencia del hombre sobre los riesgos cardiovasculares potenciales asociados con el consumo excesivo de bebidas energéticas probablemente no sea sorprendente, ya que generalmente no se los considera un riesgo potencial de enfermedad cardiovascular.
"En 2018, los principales supermercados del Reino Unido implementaron una prohibición voluntaria de las ventas de [estas bebidas] a menores de 16 años con el fin de combatir la obesidad, la diabetes y las caries, pero se han explorado menos los posibles mayores riesgos de [las bebidas energéticas] para las enfermedades cardiovasculares, incluidos los accidentes cerebrovasculares isquémicos [suministro de sangre restringido o coágulo sanguíneo] y hemorrágicos [hemorragia cerebral], en particular en grupos demográficos más jóvenes que, de otro modo, se espera que tengan un menor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular", enfatizan.
¿CUÁNTA CAFEÍNA TIENE UNA BEBIDA ENERGÉTICA?
Las bebidas energéticas contienen más de 150 mg de cafeína por litro y suelen tener un contenido muy alto de azúcar basado en glucosa y cantidades variables de otras sustancias químicas, destacan. "Esta cantidad declarada es 'cafeína pura', pero otros ingredientes contienen 'cafeína oculta'; por ejemplo, se cree que el guaraná contiene cafeína al doble de concentración que un grano de café. La hipótesis es que la interacción de estos otros ingredientes, incluida la taurina, el guaraná, el ginseng y la glucuronolactona, potencia los efectos de la cafeína aumentando el riesgo de accidente cerebrovascular [enfermedad cardiovascular] a través de numerosos mecanismos", explican los autores
"Se dice que una [bebida energética] promedio contiene alrededor de 80 mg de cafeína por porción de 250 ml, en comparación con los 30 mg del té y los 90 mg del café, pero en algunos casos puede contener hasta 500 mg en una sola porción", señalan.
Este informe representa solo un caso, pero los autores concluyen: "Si bien la evidencia actual no es concluyente, dada la literatura acumulada, la alta morbilidad y mortalidad asociadas con los accidentes cerebrovasculares y [las enfermedades cardiovasculares] y los efectos adversos bien documentados para la salud de las bebidas con alto contenido de azúcar, proponemos que una mayor regulación de las ventas de [bebidas energéticas] y las campañas publicitarias (que a menudo están dirigidas a edades más tempranas) podrían ser beneficiosas para la futura salud cerebrovascular y cardiovascular de nuestra sociedad".