MADRID, 9 Jul. (EDIZIONES) -
No existe ningún alimento 100 por ciento bueno o 100 por ciento malo: siempre depende de la cantidad que se consume. En el caso del consumo de azúcar, un hidrato de carbono simple cuya función es suministrar energía de uso inmediato y edulcorar los alimentos, no debe sobrepasar el 5 por ciento del total de calorías de nuestra dieta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Esto significa que deberían consumirse unos 25 gramos al día, el equivalente a seis terrones.
También la OMS asocia una dieta con un alto porcentaje de azúcar con un aumento del riesgo de desarrollar obesidad, lo que lleva a un mayor riesgo de presentar enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial o la enfermedad cardiovascular. También el azúcar se relaciona con un mayor riesgo de caries dental.
La miembro del Área de Nutrición de la SEEN, la doctora Katherine García Malpartida, apunta en una entrevista con Infosalus que "no es necesario desterrar ningún alimento de nuestra dieta, pero sí limitar su consumo". Así, "los azúcares pueden formar parte de una dieta equilibrada, siempre que su consumo no sea superior al 5 por ciento de calorías totales diarias" al que se ha aludido anteriormente, según la experta.
Hay que tener en cuenta que, además del azúcar de mesa, actualmente "más del 75 por ciento del azúcar que se ingiere nos llega incorporado en alimentos elaborados donde, en ocasiones, ni lo vemos ni reconocemos, como en salsas comerciales, productos lácteos, zumos envasados o refrescos", alerta la doctora García. Por ejemplo, cuando se toman bebidas como zumos o refrescos, "podemos llegar a consumir una media de nueve terrones de azúcar", especifica la experta.
La mejor solución para limitar el consumo de azúcar regular es utilizar las alternativas al mismo que también edulcoren los alimentos. La doctora García informa de que existen edulcorantes naturales y artificiales que, efectivamente, pueden sustituir al azúcar. A la consabida sacarina, la experta de la SEEN añade aspartamo, sorbitol, xilitol, sucralosa y estevia.
Xilitol y sorbitol "aportan más cuerpo y consistencia al alimento, son acariogénicos, pero aportan 2,4 calorías por cada gramo y pueden tener un efecto laxante", completa la experta, pero todos los mencionados pueden ser una alternativa saludable y completamente seguros, ya que por lo general se ingieren en unas cantidades muy por debajo de los límites diarios recomendados", agrega.
Por otro lado, el azúcar de las frutas o fructosa "es un azúcar más dulce que la sacarosa". Beneficia especialmente a los diabéticos, ya que en ellos "eleva de forma más suave y sostenida los niveles de glucosa en la sangre, pero también aportan cuatro calorías por gramo y pueden aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que hace que se recomiende limitar su consumo", manifiesta la experta.
OTROS EDULCORANTES
Otras opciones son los alimentos dulces como la miel o los siropes. En este caso, hay que ser conscientes "de que aportan calorías de forma similar al azúcar y, por lo tanto, su consumo no puede ni debe ser libre", según la doctora García.
La miel, no obstante, "tiene más poder edulcorante que el azúcar de mesa y además contiene sustancias antioxidantes y pequeñas cantidades de minerales, vitaminas y proteínas", añade la doctora García. Pero, a diferencia del azúcar, la miel también posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antisépticas", agrega la experta. Por su parte, el azúcar moreno no presenta diferencias nutricionales significativas con respecto al azúcar blanco, y es más caro, según la experta.
En cualquier caso, a juicio de la miembro de la SEEN, "probablemente, lo realmente saludable sería no necesitar añadir azúcar ni sus sustitutos a los alimentos. La cantidad de azúcares naturales que proporcionan las frutas y los cereales, entre otros, son suficientes para cubrir las necesidades de nuestro organismo", apunta la experta.