MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio sobre el estilo de vida a largo plazo revela diferencias entre los sexos y el nivel socioeconómico de las personas en cuanto a sus tasas de colesterol.
La investigación, cuyos resultados se publican en la revista 'BMC Public Health', analizó los factores asociados con la clase social y descubrió sorprendentes desigualdades entre hombres y mujeres.
Los científicos encontraron que los hombres en clases sociales (según su ocupación) con trabajos manuales presentaban niveles de colesterol más bajos que sus homólogos de clases sociales con trabajos no manuales. En contraste, los niveles de colesterol LDL de las mujeres estaban más estrechamente vinculados a su nivel de educación que los hombres.
El estudio pone de manifiesto las desigualdades en salud que existen entre las clases sociales y los investigadores creen que las futuras intervenciones deben centrarse en los hombres y las mujeres por separado y explorar las razones de estas divergencias, con el fin de promover una mejor salud.
Investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, realizaron un estudio transversal en el marco del 'European Prospective into Cancer' que involucró a 22.451 participantes de entre 39 y 79 años de edad de la cohorte de Norfolk, en Reino Unido. Cada participante indicó cuál era su consumo de alcohol y se calculó su índice de masa corporal.
Los participantes completaron una encuesta que mide el nivel socioeconómico medio de tres factores: la clase social, el nivel de educación y el nivel de carencia de la zona vivían. También se tomaron muestras de sangre para determinar los siguientes niveles de lípidos: colesterol total, colesterol HDL, triglicéridos y colesterol LDL.
"Hay un gradiente social reconocido en la enfermedad cardiovascular. Estábamos interesados en tratar de entender las razones de las desigualdades socioeconómicas en la salud observadas. Sin embargo, existen diferentes medidas de nivel socioeconómico, incluyendo clase ocupacional, nivel de educación y carencias según la residencia, lo que puede relacionarse de manera diferente a los diferentes ámbitos de la salud", matiza el investigador principal, Kay-Tee Khaw.
LAS MUJERES, MÁS COLESTEROL TOTAL QUE LOS HOMBRES
En general, se detectó que las mujeres tienen mayores niveles de colesterol total que los hombres. En los hombres, el nivel socioeconómico no se asoció inicialmente con el nivel de colesterol total, pero después de tener en cuenta la edad, se encontró que los hombres en clases sociales con trabajos manuales poseían un colesterol total ligeramente inferior a los de los empleos no manuales, y que las mujeres con un nivel educativo menor, presentaban mayor colesterol total en comparación con las demás.
Cuando el equipo analizó los niveles de colesterol HDL, el llamado colesterol "bueno", vio que las mujeres presentaban niveles más altos que los hombres. Los hombres con más educación y de categorías profesionales más altas tenían niveles más altos de colesterol HDL, pero cuando los resultados se ajustaron por el consumo de alcohol, que es más alto en el grupo de ocupación no manual, esta asociación perdió significación estadística.
En el caso del colesterol LDL, el colesterol "malo", se encontró de nuevo que las mujeres poseían niveles más altos que los hombres, siendo las que carecían de titulación académica después de los 15 años las que tenían significativamente mayor colesterol LDL que las que eran tituladas, incluso cuando se tuvo en cuenta el IMC y el consumo de alcohol. La clase ocupacional y el nivel de carencias no estaban vinculados al colesterol LDL en las mujeres y no se vio relación entre los tres índices socioeconómicos y los niveles de colesterol LDL en los hombres.
En el desglose de los factores de estatus socioeconómico, los científicos no esperaban ver estas diferencias en los niveles de lípidos en la clase social ocupacional de las mujeres, especialmente porque su clase social estaba basada en la clase social ocupacional de su pareja. Esperaban que esto fuera similar para hombres y mujeres.
Los científicos especulan que esto puede deberse a que los hombres en clases sociales manuales pueden tener más actividad física y no hay diferencias en el índice de masa corporal en comparación con los de las clases sociales no manuales, mientras que las mujeres de clases sociales manuales (definidas por la ocupación de sus parejas) no tienen una alta actividad física y presentan mayor índice de masa corporal en comparación con las de las clases sociales no manuales.
Para hacer frente a esta limitación el equipo realizó un análisis separado basado en la propia ocupación de la mujer y encontró resultados similares. "Observamos diferencias de sexo en los patrones de lípidos según la clase social y la educación. La asociación de algunos parámetros lipídicos adversos con la clase social y, en particular, el nivel de educación en las mujeres era mucho más fuerte que en los hombres", detalla Kay-Tee Khaw.
"Si deseamos reducir las desigualdades en salud, tenemos que entender la razón de estas desigualdades en salud. Los estudios futuros necesitan centrarse en los hombres y las mujeres por separado y explorar las razones de estas diferencias entre los sexos", concluye.