MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio internacional sugiere que otros aspectos de la dieta pueden no compensar el efecto dañino del sodio sobre la presión arterial. El trabajo, publicado en la revista 'Hypertension' de la Asociación Americana del Corazón, también reafirma la necesidad de una reducción generalizada de sodio en el suministro de alimentos.
Los investigadores revisaron los datos sobre la ingesta de sodio y la ingesta de 80 nutrientes, como proteínas, grasas, vitaminas, minerales y aminoácidos, que pueden estar relacionados con la presión arterial en 4.680 mujeres y hombres (de edades de 40 a 59 años) en Japón, República Popular de China, Reino Unido y Estados Unidos que participaban en el estudio INTERMAP. Los datos incluyeron niveles de excreción de sodio y potasio en las muestras de orina. Los investigadores concluyen que otros nutrientes de la dieta pueden no reducir los efectos perjudiciales del sodio.
"El consumo habitual de cantidades excesivas de sodio, derivado principalmente de productos alimenticios procesados comercialmente, es un factor importante en el desarrollo de los patrones de presión arterial elevada", escribe el coautor principal, Jeremiah Stamler. "Para prevenir y controlar la epidemia continua de prehipertensión e hipertensión, el contenido de sal en el suministro de alimentos debe reducirse significativamente".
Aproximadamente las 3/4 del sodio que consumen los estadounidenses provienen de alimentos procesados, preenvasados y de la comida de los restaurantes, no del salero cuando cocinan o lo emplean en la mesa. La Asociación Americana del Corazón recomienda que los adultos consuman no más de una cucharadita de sal (2.300 mg de sodio) en total por día a través de todos los alimentos que consumen.
"Estamos aprendiendo más sobre el papel que desempeñan otros nutrientes en la influencia de los efectos del sodio sobre la elevación de la presión sanguínea y que el enfoque en el sodio sigue siendo importante", afirma la vicepresidenta del Comité de Nutrición de la Asociación Estadounidense del Corazón, Cheryl Anderson.
"Los restaurantes y las empresas de alimentos pre-empaquetados deben ser parte de la solución porque los estadounidenses desean tener la capacidad de elegir alimentos que les permitan alcanzar sus objetivos de reducción de sodio", añade esta experta de la Asociación Americana del Corazón, que convoca a líderes de la industria alimentaria y personas influyentes para identificar formas de mejorar el suministro de alimentos y ha desarrollado una campaña de reducción de sodio para ayudar.