La Navidad, una época peligrosa para los pacientes con gota

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Publicado: miércoles, 2 enero 2019 13:41


MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los excesos en la ingesta de comida y bebida pueden ser desencadenantes de gota, por ello, el especialista del Servicio de Reumatología de Hospiten, José Luis Rosales-Alexander, recomienda "mantener una dieta lo más equilibrada posible también en Navidad y si existe algún síntoma acudir pronto al médico para tratarlo lo antes posible".

La gota es una enfermedad reumática que produce dolor e inflamación en las articulaciones debido al cúmulo de ácido úrico en los tejidos y suele afectar a las partes más alejadas del cuerpo, puesto que son las zonas más frías. Por este motivo, el pie es el miembro que se ve más dañado, concretamente, el dedo gordo.

Tal y como advierte la Sociedad Española de Reumatología (SER), el tratamiento de la gota tiene dos partes, compuestas por tratar y prevenir el ataque y disminuir los niveles de ácido úrico en sangre para evitar su depósito en las articulaciones, lo que se lleva a cabo con una dieta equilibrada.

Los alimentos que, en grandes cantidades, pueden provocar gota son la carne roja, embutidos, vísceras, pescado azul, marisco o queso curado. Entre las verduras también pueden producirla el tomate, los espárragos, las espinacas y el pimiento. Las bebidas azucaradas y la sal son claros enemigos, junto a cualquier bebida con alcohol.

No tener en cuenta estas recomendaciones hace que el volumen de atención sanitaria a personas que padecen esta dolencia crezca en épocas navideñas por el consumo de determinados tipos de alimentos y de bebidas alcohólicas, informan desde Hospiten.

Esta enfermedad puede ocasionar limitación física en los períodos de crisis y provocar una mortalidad prematura en caso de no ser tratada adecuadamente. Según datos del estudio 'EPISER-2016', un 2,4 por ciento de la población mayor de 18 años padece esta enfermedad.

La gota también puede deberse a un fallo en la eliminación renal del ácido úrico. Por tanto, mantener unos hábitos de vida saludable y una pronta valoración médica especializada podría ser útil para la prevención y tratamiento de la enfermedad.

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