MADRID, 22 Ago. (EDIZIONES) -
Beber agua no siempre es sinónimo de una hidratación adecuada. En verano, especialmente si haces deporte, creencias populares como "cuanta más agua, mejor" pueden volverse peligrosas.
Desde la hiponatremia (niveles bajos de sodio) hasta el falso mito del agua fría, desmontamos los errores más comunes sobre hidratación estival, y con la ayuda del presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED), el doctor Miguel del Valle Soto, porque no sólo importa lo que bebes, sino cómo y cuándo lo haces.
"Aunque actualmente, al menos los deportistas, tienen bastantes conocimientos sobre la ingesta de líquidos y de electrolitos cuando practican deporte en verano, todavía existe la creencia de que tomar grandes cantidades de agua es imprescindible para mantenerse bien hidratado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que con la sudoración también se pierden electrolitos, que hay que reponer después", advierte durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus este experto.
CUIDADO CON BEBER MUCHA AGUA
Así, entre los mitos que todavía existen relacionados con la hidratación y con la reposición de electrolitos destaca en primer lugar el hecho de que beber mucha agua siempre se ha considera que es beneficioso y que evita el golpe de calor.
"Hay que tener cuidado con esta práctica porque beber cantidades excesivas de agua puede provocar hiponatremia asociada al ejercicio, que puede ser perjudicial para la salud y, además, no evita el golpe de calor", defiende este especialista.
Así, y para evitar la deshidratación durante la práctica de actividad física intensa, especialmente en los días calurosos del verano, este catedrático de la Universidad de Oviedo sostiene que se recomendaba a los deportistas beber la máxima cantidad posible de agua antes y durante las pruebas, cuando ahora se sabe que eso puede provocar hiponatremia (disminución de niveles corporales de sodio) asociada al ejercicio.
"Esta hiponatremia puede ser asintomática o acompañarse de náuseas, de vómitos, de mareos, de cefaleas, u otros síntomas más graves como edema pulmonar, encefalopatía hiponatrémica, confusión, o convulsiones, entre otros, y puede causar la muerte. Por tanto, beber agua en exceso durante el verano puede tener consecuencias negativas", avisa este doctor.
QUÉ SUCEDE CON LA TEMPERATURA DEL AGUA
Otro de los mitos que ronda sobre la hidratación y el deporte en verano, tal y como recuerda el presidente de la SEMED, es que la temperatura del agua que bebemos influye sobre la hidratación: "Lo importante para la hidratación es la cantidad de agua; la temperatura no influye".
Asimismo, incide en que la idea de que 'hay que evitar el café porque deshidrata' hay que desterrarla porque, "aunque la cafeína tiene un pequeño efecto diurético, su consumo con moderación no provoca deshidratación".
Es más, rechaza el doctor Del Valle que los alimentos fríos son mejores en verano, dado que "no todos los alimentos fríos son eficaces frente al calor", al mismo tiempo que alerta de que sólo con comer fruta no es suficiente para mantenernos hidratados: "Las frutas como el melón, la sandía, las naranjas, o las fresas tienen un contenido en agua elevado, pero no son suficientes para mantener una buena hidratación; es necesaria la ingesta de líquidos".
NO SÓLO HAY QUE BEBER SI HAY SED
El presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte también llama la atención sobre una de las creencias más frecuentes de que 'sólo es necesario beber cuando se tiene sed', remarcando que, aunque es cierto que la sed es una señal de deshidratación, la sed puede resultar una señal tardía. "Cuando sentimos sed ya estamos deshidratados, especialmente las personas mayores que tienen un mecanismo menos sensible", avisa este experto.
Pero también hace hincapié en la idea de que la orina clara no es señal de hidratación adecuada: "Aunque la orina más oscura suele ser una señal (poco precisa) de deshidratación, también puede deberse a determinadas dietas o a consumo de medicamentos. Pero la orina clara no es una señal de hidratación adecuada".
Finalmente, el doctor Miguel del Valle Soto rechaza la creencia de que sólo las bebidas deportivas son necesarias para la hidratación de los deportistas: "Pueden ser útiles en determinadas circunstancias para reponer algunos electrolitos, tipo el sodio, pero cuando realizamos ejercicios de corta duración y de baja intensidad, el agua es suficiente".