MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
En ocasiones hay padres toman decisiones de acuerdo a fuentes de información que no se basan en el conocimiento científico y, sin que el niño tenga alergia o intolerancia a la lactosa, sustituyen en sus hijos la leche de vaca por bebidas vegetales o de otros animales que no pueden compararse ni en su contenido proteico ni en el de minerales y vitaminas.
No hay ninguna duda de que la leche es una de las principales fuentes de calcio y fósforo del niño, entre otros nutrientes. De hecho los pediatras aconsejan que durante la infancia la leche sea entera y tomar entre 2 y 3 raciones diarias de leche o derivados como yogur o queso a partir de los 12 meses de edad, ya que "porta proteínas de alto valor biológico y facilita alcanzar las ingestas de ciertas vitaminas (A y B, y si está enriquecida, D) y minerales.
Precisamente, un nuevo estudio ha demostrado que los niños que beben leche que no procede de la vaca --incluyendo leche de otros animales y bebidas a base de plantas de leche-- son más bajos que los niños que beben leche de vaca, sugiere una nueva investigación. Por cada taza diaria de leche no de vaca que bebían, los niños analizados eran 0,4 centímetros más bajos que el promedio de su edad, mientras que por cada taza diaria de leche de vaca que bebían, los niños eran 0,2 centímetros más altos que el promedio.
El estudio, publicado este miércoles en 'American Journal of Clinical Nutrition', sugiere que cuanta más leche no de vaca se bebe, más baja será la estatura. La diferencia de altura para un niño de 3 años que bebió tres tazas de leche no de vaca en comparación con tres tazas de leche de vaca por día fue de 1,5 centímetros, según las conclusiones de este análisis.
Esta diferencia de altura es similar a la diferencia entre las líneas percentiles principales en el gráfico de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explica el autor principal, Jonathon Maguire, pediatra en el Hospital St. Michael, en Toronto, Canadá. Esto significa que beber tres tazas de leche no de vaca por día puede llevar a un niño desde el percentil 50 al 15 para la altura, y viceversa, en comparación con otros niños de su edad.
La investigación también reveló que los niños que bebían una combinación de leche de vaca y leche no vacuna diariamente eran más bajos que el promedio. Este hallazgo sugiere que la adición de leche de vaca a la dieta de un niño no invirtió la asociación entre el consumo de leche no de vaca y la menor altura, subraya Maguire.
El estudio no examinó por qué los niños que bebían leche no procedente de la vaca eran más bajos en promedio que los que bebían leche de vaca, pero los autores plantean la hipótesis de que los niños que beben leche no de vaca pueden consumir menos proteína y grasa en la dieta que los que toman leche de vaca, lo que resulta en un menor crecimiento.
LA LECHE DE VACA, FUENTE DE PROTEÍNAS Y GRASAS ESENCIALES PARA LOS NIÑOS
La altura es un indicador importante de la salud y el desarrollo general de los niños, según. Maguire. La leche de vaca ha sido una fuente fiable de proteínas y grasas dietéticas para los niños norteamericanos, dos nutrientes esenciales para asegurar un crecimiento adecuado en la primera infancia, pero muchos padres ahora están eligiendo la leche de no de vaca para sus niños, que pueden tener contenido bajo nutricional, advierte Maguire.
"El contenido nutricional de la leche de vaca está regulado en Estados Unidos y Canadá, mientras que el contenido nutricional de la mayoría de las leches no vacunas no lo están -explica--. La falta de regulación significa que el contenido nutricional varía ampliamente de un producto de leche no vacuna al siguiente, particularmente en la cantidad de proteína y grasa".
Por ejemplo, dos tazas de leche de vaca contienen 16 gramos de proteína, que es el 100 por ciento de la necesidad diaria de proteínas para un niño de 3 años, según el estudio. Dos tazas de leche de almendra tienen por lo general 4 gramos de proteína, que es sólo el 25 por ciento de la necesidad diaria de proteína para un niño de 3 años, que puede no estar recibiendo suficiente proteína de otras fuentes dietéticas, apunta Maguire.
Los investigadores examinaron a un total de 5.034 niños entre las edades de 24 y 72 meses. De los estudiados, el 13 por ciento bebía leche no de vaca diariamente y el 92 por ciento bebía leche de vaca diariamente. Mientras que la mayoría de los niños estudiados bebían leche de vaca a diario, el número que tomaba a diario la leche no vacuna sugiere que su popularidad ha aumentado en los últimos años, según Maguire, posiblemente debido a los beneficios percibidos para la salud.
Debido a que este cambio es tan reciente, hay muy poca investigación sobre el efecto de la leche no de vaca sobre el crecimiento de los niños, lo que hace difícil para el consumidor medio entender los pros y los contras de elegir la leche de no de vaca sobre la leche de vaca para su niño, apunta este experto. "Si los productos se comercializan como equivalentes a la leche de vaca, como consumidor y como padre, me gustaría saber que en realidad son iguales en cuanto a su efecto en el crecimiento de los niños", afirma Maguire.