MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las frutas rosáceas, como el melocotón, son las culpables del 70% de todas las reacciones alérgicas a frutas, según ha revelado la doctora Victoria López Calatayud, alergóloga del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo.
La alergia puede darse, además, con frutas de la misma familia. "Por ejemplo, una persona con alergia al melocotón tiene más probabilidades de tener alergia a la ciruela, al albaricoque, las ciruelas, las peras que no al melón, que pertenece a la familia de las cucurbitáceas", ha explicado López. La fruta es uno de los alimentos que producen alergias más permanentes y difíciles de desaparecer en las personas adultas.
Los síntomas más comunes en adultos son picores en diferentes zonas del cuerpo, hinchazón de la lengua y labios, manchas rojas o la aparición de ronchas en la piel. Pueden ocurrir de manera rápida y brusca tras la ingestia de la fruta o de manera más suave y prolongada y también "a pesar de que la persona alérgica ingiera una cantidad mínima del alimento", ha indicado la doctora López.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico depende del alergólogo, que realizará la historia clínica, un examen físico y test cutáneos y sanguíneos. "Precisa de colaboración del paciente y una observación minuciosa del entorno de la reacción y de los factores que pueden haber incurrido en aquel momento ayudarán al especialista a conseguir un diagnóstico rápido y preciso", ha matizado Victoria López.
¿TIENE TRATAMIENTO?
El más efectivo actualmente es evitar el alimento responsable de la alergia. Si se ha comido de forma accidental y los síntomas son leves, suele ser suficiente con antihistamínicos, aunque pueden precisar la compensación con corticoides orales o inyectados. Si la vida del afectado está en riesgo, es vital que se administre adrenalina.
En ocasiones, cuando la reacción alérgica es consecuencia de alguna de las frutas rosáceas que se ha mencionado, existe la posibilidad de realizar un tratamiento con una inmunoterapia sublingual, aunque éste debe recomendarse en casos recomendados por el alergólogo.