MADRID, 25 Ene. (EDIZIONES) -
España es el segundo país europeo donde más personas con sobrepeso se registran. En concreto, uno de cada cuatro españoles tiene obesidad. De ahí que la dieta mediterránea cobre una gran importancia y sea vital para esa reducción de kilos, si bien no es suficiente si no se mantiene diariamente una rutina saludable. De hecho, uno de los principales problemas a la hora de perder peso es el mantenerlo y el no volver a caer en él o ganar más de lo que se tenía, el temido 'efecto rebote'.
"El objetivo es hacer que esos hábitos saludables se conviertan en parte de nosotros. Siempre hay que huir de las dietas milagro, ya que son peligrosas, o de las horas interminables de gimnasio que puedan deshidratar a la persona, entre otras consecuencias. No soy partidaria de los extremos porque 'a posteriori' viene el efecto rebote, que no sólo es coger el mismo peso o más del que se tenía", subraya en una entrevista con Infosalus la decana del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA), Luján Soler.
Según avisa, también se puede dañar la piel al generar estrías, pueden surgir problemas en los riñones, en el hígado o en los huesos, por ejemplo. "Si una persona quiere bajar de peso, pero sólo come dos veces al día, y lo que ingiere son fritos o alimentos salados, nada de fruta, ni de verdura, ni tampoco hace ejercicio, va a tener que trabajar mucho porque va a tener que hacer cambios radicales en sus hábitos de vida", advierte.
En este punto, Soler destaca que a la hora de bajar peso y de establecer una serie de hábitos, las dietas restrictivas en las que se excluyen muchos alimentos no suelen ser las mejores aliadas en estos casos. De hecho, la experta prefiere trabajar otros campos como el descanso, el ejercicio, la preparación o la cocción de los alimentos; es decir, trabajar y fomentar aquellos hábitos saludables en la persona y que la mantendrán sana. "Una persona por fuera puede estar delgada pero por dentro presentar anemia, o falta de vitamina B12, por ejemplo, y a la larga otras enfermedades. No todo es lo que diga la balanza o entrar en una talla X", subraya Soler.
CONSEJOS PARA ESTABLECER UNOS HÁBITOS SALUDABLES
Por ello, el primero de sus consejos a la hora de establecer una serie de hábitos saludables para perder peso de forma mantenida en el tiempo es el hecho de empezar a practicar hábitos adecuados a un estilo de vida saludable, pero de forma paulatina, con el objetivo de que estos se arraiguen bien en la persona, y así permanezcan en el tiempo como una costumbre más de su día a día.
En segundo lugar, la decana de CODINMA hace hincapié en la necesidad de tomar alimentos saludables, partiendo de la dieta mediterránea, consumiendo cuanta más fruta con piel y verdura mejor, tanto cocida como cruda; así como cereales integrales de grano entero a poder ser, y no consumiendo productos tan refinados (azúcar blanco, pan blanco, arroz blanco, por ejemplo); legumbres; frutos secos crudos; además de productos con fibra que, aparte de regular nuestro tránsito intestinal, pueden ayudar en la prevención de enfermedades como el cáncer de colon, retrasar y prevenir una diabetes tipo 2, prevenir el colesterol, o ayudar a conseguir esa sensación de saciedad.
Aquí también resalta, y como tercer consejo, el dedicar tiempo a la comida y masticar bien, atender a las cantidades que se están ingiriendo. Es decir, a no comer deprisa y corriendo, sino a masticar bien, comiendo despacio, teniendo conciencia de lo que se está comiendo; de forma que se tendrá menos ansiedad y se comerá la cantidad que se debe comer. "Se ve en varios estudios que nos olvidamos de comer acompañados o en familia. Se come frente a la tele, al móvil o a la tablet, y si preguntas a esa persona qué ha comido o cuánto, no tienen conciencia de ello y es muy importante", añade.
En cuarto lugar, la dietista-nutricionista ve recomendable consumir carne -preferentemente blanca, como el pollo, el conejo o el pavo; y reducir a una ingesta semanal la carne roja--, además de pescado, tanto azul como blanco, por su aporte de omega 3 y su protección frente a determinadas enfermedades. De forma esporádica cree que se podrían consumir los productos cárnicos (por su alto contenido en grasa saturada, sal, etc.), pero resalta que "cuanto menos mejor", especialmente si se trata de niños.
A su juicio también es importante el agua, la bebida, el estar hidratado. Por otro lado, apuesta por una frecuencia de 4 comidas al día (desayuno, comida, merienda, cena), y pide también atender mucho a los horarios, el hecho de comer siempre a la misma hora, e intentar cenar dos horas antes de irse a la cama.
Su octava recomendación está centrada en el descanso, en la importancia de descansar bien. Según resalta Soler, se ha visto, especialmente en los niños, que si no se duermen las horas necesarias, hay una vinculación directa con el sobrepeso.
En noveno lugar la experta hace mención al ejercicio físico, a la importancia de poco a poco comenzar a hacer deporte, a moverse, a caminar, a bajar y a subir escaleras. En este punto, ve conveniente que si la persona decide apuntarse al gimnasio o a una piscina, éstas pillen a mano y no estén lejos, porque si no a la mínima que entre la pereza se dejará de ir.
Igualmente, la responsable de CODINMA ve muy importante la forma en la que se preparan los alimentos. "No sólo es importante elegir alimentos de la dieta mediterránea sino también el cómo cocinarlos. Es mejor consumir los alimentos crudos o cocidos. Hay que tener cuidado con la cantidad de aceite de oliva si se está cuidando la línea. Hay que ser consciente de que a la hora de aliñar una cucharada sopera puede tener 150 kilocalorías", advierte Soler.
"Salvo excepciones y momentos puntuales en los que hay patologías o situaciones fisiológicas que requieran de un control exhaustivo de las cantidades soy más partidaria de atender a la calidad de los alimentos que de estar pendiente de las cantidades que se ingieren", sentencia la decana del Colegio profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid.