MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) ha evidenciado que las personas sufren más inflamación gastrointestinal cuando toman una dieta alta en sal.
En su trabajo, publicado en la revista 'American Journal of Gastroenterology', los científicos volvieron a analizar los datos de un gran ensayo clínico, el 'Dietary Approaches to Stop Hypertension-Sodium (DASH-Sodium)', realizado hace dos décadas, y encontraron que la ingesta alta de sodio aumentaba la distensión entre los participantes del ensayo.
Los investigadores también han concluido que la dieta DASH (baja en sal y alta en frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasas y proteínas magras) aumenta la distensión entre los participantes del ensayo en comparación con una dieta de control baja en fibra.
La hinchazón es una acumulación de exceso de gas en el intestino. La producción de gas se puede atribuir a las bacterias intestinales productoras de gas que descomponen la fibra. También hay alguna evidencia de que el sodio puede estimular la distensión. Este nuevo estudio es el primero en examinar el sodio como causa de la distensión en el contexto de las dietas bajas y altas en fibra.
El trabajo ha analizado la dieta DASH contra una dieta de control baja en fibra. Cada una de las dos dietas fue probada a tres niveles de sodio, y los 412 participantes tenían presión arterial alta al inicio del ensayo. El ensayo se estableció principalmente para determinar el efecto del sodio dietético y otros factores sobre la presión arterial, pero incluyó datos sobre los informes de inflamación de los participantes.
Antes del ensayo, el 36,7 por ciento de los participantes informaron sobre la distensión, lo que está más o menos en línea con las encuestas nacionales sobre su prevalencia. También encontraron que la dieta DASH alta en fibra aumentaba el riesgo en cerca de 41 por ciento, en comparación con la dieta de control baja en fibra, y los hombres eran más susceptibles a este efecto, en comparación con las mujeres.
Pero los científicos también determinaron que el sodio era un factor en la distensión. Cuando combinaron los datos de las dietas DASH y de control, y compararon el nivel más alto de ingesta de sodio con el más bajo, encontraron que las versiones altas en sodio de esas dietas en conjunto aumentaban el riesgo de distensión abdominal en alrededor de 27 por ciento en comparación con las versiones bajas en sodio.