MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
Que te guste la comida salada es un problema. Aunque la sal es imprescindible para la vida, abusar de ella puede aumentar demasiado la tensión arterial, lo que contribuye al riesgo de infartos al corazón o cerebrales, e insuficiencia cardiaca. Pero sus riesgos no se quedan ahí, una nueva investigación confirma por primera vez su vínculo con el cáncer de estómago, y cuantifica el riesgo a desarrollarlo.
En los países asiáticos, donde los alimentos ricos en sal son populares, ya se ha demostrado la relación entre el alto consumo de sal y el cáncer de estómago. Un estudio a largo plazo realizado por MedUni Viena en Austria ha demostrado por primera vez que este riesgo también se refleja en las estadísticas del cáncer en Europa.
Como muestra un análisis publicado recientemente en la revista especializada 'Gastric Cancer', las personas que añaden frecuentemente sal a sus alimentos tienen alrededor de un 40 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de estómago que aquellas que no utilizan el salero en la mesa.
Se analizaron datos de más de 470.000 adultos del estudio de cohorte británico a gran escala 'UK-Biobank'. Entre otras cosas, las respuestas a la pregunta: "¿Con qué frecuencia añade sal a la comida?" se recogieron mediante cuestionario entre 2006 y 2010.
El equipo de investigación dirigido por Selma Kronsteiner-Gicevic y Tilman Kühn del Centro de Salud Pública de MedUni de Viena comparó los resultados de la encuesta con la excreción de sal en la orina y con los datos de los registros nacionales de cáncer. Esto reveló que las personas que dijeron que siempre o con frecuencia añadían sal a sus alimentos tenían un 39 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de estómago durante un período de observación de alrededor de 11 años que aquellos que nunca o rara vez añadían una pizca extra de sal a sus alimentos.
"Nuestros resultados también resistieron la consideración de factores demográficos, socioeconómicos y de estilo de vida y fueron igualmente válidos para las comorbilidades predominantes", señala la primera autora Selma Kronsteiner-Gicevic, destacando la importancia de los resultados.
El cáncer de estómago afecta cada vez a más personas jóvenes En la lista de los tipos de cáncer más comunes en todo el mundo, el cáncer de estómago ocupa el quinto lugar. El riesgo de esta enfermedad tumoral aumenta con la edad, pero las últimas estadísticas muestran un panorama preocupante de un aumento en los adultos menores de 50 años.
Los factores de riesgo incluyen el consumo de tabaco y alcohol, una infección por Helicobacter pylori, el sobrepeso y la obesidad. El hecho de que una dieta muy salada aumenta el riesgo de cáncer de estómago ya se ha demostrado en estudios con grupos de población asiáticos, que frecuentemente comen alimentos conservados en sal, pescado muy salado o adobos y salsas extremadamente saladas.
"Nuestra investigación muestra la relación entre la frecuencia del consumo de sal añadida y el cáncer de estómago también en los países occidentales", subraya la primera autora Selma Kronsteiner-Gicevic. "Con nuestro estudio queremos concienciar sobre los efectos negativos del consumo extremadamente elevado de sal y sentar las bases para medidas de prevención del cáncer de estómago", resume el líder del estudio, Tilman Kühn.