MADRID, 14 May. (EDIZIONES) -
Consumimos muchísima más comida de la que en realidad necesitamos y mucha de ella no es natural, con demasiados productos procesados, preparados o envasados que poco tienen que ver con la nutrición que el cuerpo necesita para mantenerse con salud. Como consecuencia: cada vez más alergias, intolerancias, desajustes y enfermedades. También poca energía, digestiones pesadas, mal descanso e incluso mal humor.
Así lo denuncia la chef Elka Mocker en 'Ama, Come, Vive, Brilla. Cocina honesta para conquistar tu salud' (Lunwerg). "Somos las primeras generaciones que damos a nuestro cuerpo un alimento que apenas reconoce como tal. (...) Además, llevamos una vida estresante. Estamos híperestimulados. Los días no nos alcanzan para hacer todo aquello que tenemos que hacer y nuestros deseos terminan aparcados en último término. Esto nos amarga y genera presión continua", lamenta.
Mocker plantea una alimentación basada en escoger alimentos que sumen, que sean potentes, sin pasteurizar, sin conservantes, ni azúcares, ni grasas saturadas y tampoco sal refinada, donde apenas queda nada aprovechable para nuestras células.
"¿Y qué alimentos suman? Las hojas verdes, los vegetales de todos los colores, las frutas, los germinados, las algas, los cereales, las semillas y los frutos secos. Estos alimentos se complementan con proteínas, ya sean de origen vegetal, como las legumbres, o de origen animal, como los huevos, los pescados salvajes o las carnes ecológicas y de calidad", subraya.
Por ello, la experta recomienda minimizar al máximo los alimentos que no suman y apostar por aquellos que sí lo hacen a través de una 'lista negra' y una 'lista dorada' de alimentos para nuestra salud.
.'Lista Negra' de alimentos o qué es mejor no comer:
- Comida procesada, precocinada y con aditivos.
- Grasas saturadas y sobrecalentadas, ya que generan muchos radicales libres, y aceites que no sean de primera presión en frío.
- Bebidas gaseosas, zumos envasados y bebidas pasteurizadas porque están llenos de azúcar y no tienen apenas alimento.
- Lácteos.
- Fritos.
- Snacks empaquetados porque tienen mucha azúcar, mucha sal y poco alimento.
- Azúcares refinados. "Lee los paquetes de lo que compras: prácticamente todo tiene azúcar", advierte.
- Sal refinada. "Usa siempre sal de calidad, marina, sin aditivos o del Himalaya", indica.
- Harinas refinadas (blancas) y cereales que no sean integrales.
- Productos procedentes de la soja que no hayan sido fermentados porque "es de muy difícil digestión" y elegir la que sea ecológica.
.'Lista dorada' de alimentos o qué recomendable comer:
- Alimentos antioxidantes. Combaten los radicales libres, promotores de muchas enfermedades, así como del envejecimiento prematuro. "En nuestro día a día recibimos miles de ataques de radicales libres (polución, tipo de cocción, sustancias en los alimentos, químicos, dormir poco, estrés, dieta desequilibrada, por ejemplo), y una dieta rica en antioxidantes y un estilo de vida saludable minimizan su efecto de deterioro en nuestras queridísimas células sanas", revela la autora.
Son antioxidantes casi todas las fuentes de alimentos vegetales, pero muy especialmente todas las verduras y frutas, sobre todo los frutos rojos, los arándanos, las bayas. También los cereales y las semillas, en particular las de color negro, como el arroz nerone o el sésamo negro. La vitamina C y la vitamina E, los betacarotenos y el omega 3 tienen un fuerte poder antioxidante.
- Alimentos probióticos. Su función es la de promover la salud y el crecimiento de nuestras bacterias intestinales buenas, las cuales nos ayudan a sintetizar vitaminas, absorber nutrientes, y protegen nuestro sistema inmunológico. "Para tener una buena salud general es imprescindible tener buena salud intestinal y para ello necesitamos una flora bacteriana feliz. Una dieta vegetal libre de productos procesados también es muy favorecedora (prebiótica). Chucrut, pickles, vinagre de manzana sin filtrar, kéfir, kombucha, miso y ciruelas umeboshi", puntualiza Mocker.
- Alimentos ricos en fibra. Una dieta rica en fibra ayuda a mantener en equilibro nuestra flora intestinal. A su juicio, es imprescindible para ir con regularidad al baño y, además, sacia. La mejor fibra se encuentra en los vegetales, las frutas, los cereales, las legumbres y las semillas.
- Alimentos ricos en grasas de calidad. La grasa es "muy importante" para la salud, forma parte de las membranas celulares, protege los órganos, se usa como energía, y además los ácidos omega 3 ayudan a las funciones del cerebro y también a prevenir el deterioro cognitivo. Eso sí, deben ser grasas saludables, que no hayan sido sobrecalentadas y que no sean saturadas (a excepción del coco). Los aguacates, frutos secos, semillas y aceites de calidad como el de oliva o el de coco, y muy especialmente los ácidos grasos omega 3, presentes en el mundo vegetal en las semillas de chía, de lino y de cáñamo son los más recomendados.
- Carbohidratos de calidad. Al ser alimentos completos de absorción lenta dan la energía que se necesita y producen sensación de saciedad.
- Cereales, legumbres y también verduras.
- Frutas. Tienen fibra, agua y azúcar de calidad, muchísimas vitaminas y fitonutrientes. Son el alimento perfecto, el "snack ideal", valora la autora.
- Hojas verdes. Tienen muchos minerales, fibra, vitaminas e incluso proteínas. Las hojas verdes son ricas en clorofila, que es absorbida directamente por la sangre a través del sistema linfático y, una vez en el torrente sanguíneo, activa el metabolismo celular, mejora la capacidad regeneradora de las células. Oxigena el cuerpo, depura y regenera la sangre, frena las infecciones, potencia los procesos naturales de curación y reduce la acidez de estómago. Se encuentra en todos los vegetales de hoja verde y también en algas como la espirulina o la chlorella. Cuanto más intenso es el verde, más clorofila.
- 'Arcoíris'. Mocker ultima la lista con los compuestos que dan el pigmento y sabor a los vegetales, los llamados 'fitonutrientes' (el licopeno en el tomate, el betacaroteno en las zanahorias, los flavonoides en las moras y arándanos, por ejemplo). "Estas sustancias, que son como los pesticidas naturales de las plantas, nos ayudan a nosotros a combatir enfermedades degenerativas, protegen nuestro ADN celular evitando mutaciones que pueden causar enfermedades. Además, son grandes protectoras de nuestro sistema inmunológico y grandes antioxidantes y desintoxicantes", sostiene la especialista y chef.
Según sostiene, lo "más fácil" es pensar en colores y se trata de que estén presentes en el día a día, ya sea combinándolos en una ensalada o a lo largo de las comidas (rojo, morado, naranja, amarillo, verde y blanco).