MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El cambio de ratones destinados a desarrollar glaucoma a una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas protege las células de la retina y sus conexiones con el cerebro de la degeneración, según revela un estudio publicado en 'JNeurosci'. La investigación se suma a otros trabajos que han encontrado que este tipo de dieta tiene efectos neuroprotectores en afecciones como la enfermedad de Alzheimer, la de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El glaucoma es una enfermedad progresiva en la que el daño a las células que transmiten información visual al cerebro conduce a la pérdida de la visión y, en algunos casos, a la ceguera. Las tasas más altas de glaucoma en personas con diabetes sugieren una posible conexión entre esta enfermedad ocular y el estrés metabólico.
La doctora Denise Inman, de la 'Northeast Ohio Medical University', en Rootstown, Estados Unidos, y sus colegas encontraron que alimentar ratones genéticamente modificados para desarrollar glaucoma con una dieta cetogénica compuesta de casi un 90 por ciento de grasa durante dos meses protegió a las células retinianas de la degeneración al aumentar la disponibilidad de energía.
Aunque se requiere más investigación sobre esta intervención, estos hallazgos sugieren que una dieta cetogénica puede ayudar a mantener la visión en pacientes con glaucoma, según indican los autores de este trabajo.
Las dietas cetogénicas son aquellas en las que el paciente tiene un bajo aporte calórico - entre 800 y 1.000 calorías- con un aporte de proteínas adecuado a su peso - 0,8 o 1,2 gramos y donde la limitación de las calorías viene fundamentada a que se limitan las grasas - en torno a los 30 gramos- y, durante un periodo controlado, los hidratos de carbono - al rededor de los 50 gramos-.