MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) han analizado la presencia de contaminantes emergentes en granos de trigo, avena, cebada y arroz y, aunque en concentraciones muy pequeñas, han encontrado trazas de contaminantes procedentes de plásticos, detergentes y medicamentos.
Para ello tomaron 16 muestras, diez compradas en supermercados locales y el resto recolectadas directamente en campos de cereal. Según señala la agencia SINC, en todas las muestras de granos de cereal analizadas se ha encontrado bisfenol A y nonilfenol, dos compuestos con potencial actividad como disruptores endocrinos; además, en algunos cereales también se encontraron restos de ibuprofeno.
Mediante una técnica de análisis muy sensible (espectrometría de masas acoplada a cromatografía de gases), los científicos se centraron en contaminantes procedentes de productos farmacéuticos, de higiene personal, plastificantes y otros aditivos industriales. Algunas de estas sustancias son tóxicas o se sospecha que lo son, como los bisfenoles, parabenos y nonilfenoles, con potencial de actuar como disruptores endocrinos.
En concreto, se ha buscado bisfenol A (que forma parte de muchos plásticos), bisfenol F (sustituto del anterior), metilparabeno (aditivo empleado en alimentos y productos de cuidado personal), propilparabeno (también usado en la industria alimentaria y cosmética), nonilfenol (que incorporan muchos detergentes y otros productos de limpieza) y seis medicamentos (alopurinol, ácido mefenámico, carbamazepina, paracetamol, diclofenaco e ibuprofeno).
El estudio, publicados en 'Frontiers in Chemistry', muestran que en todas las muestras estaba presente el bisfenol A (en concentraciones que oscilaban entre 2 y 1742 nanogramos/gramo) y una mezcla de isómeros de nonilfenol (con concentraciones medias en trigo, cebada, avena y arroz de 49, 90, 142 y 184 ng/g respectivamente).
En porcentajes menores también se encontró bisfenol F en seis muestras (hasta 22 ng/g), los dos parabenos, otro nonilfenol de cadena carbonada lineal (llamado 4-n-NP) y se confirmó la presencia de ibuprofeno en algunas de las muestras.
Según señalan los autores, es importante conocer la concentración en cereales de los contaminantes de mayor frecuencia y concluyen que se debe avanzar en el conocimiento de cómo afectan algunas prácticas agrícolas, como el uso de agua reciclada y la adición de enmiendas orgánicas, en los niveles de todos estos compuestos, cuya presencia en los alimentos podría suponer un riesgo para la salud.