MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La introducción temprana de cacahuetes y huevos en lactantes de alto riesgo puede prevenir las alergias alimentarias en un futuro, según una investigación llevada a cabo por el King's College London y la Universidad de Londres (Reino Unido) publicado en el 'Journal of Allergy and Clinical Immunology', y que tenía por objetivo indagar en las causas de las intolerancias para ayudar a reducir su desarrollo.
Los investigadores encontraron que, pese a la baja adherencia, la temprana introducción de alérgenos, incluyendo huevos y cacahuetes, puede ser efectivo en materia de prevención del desarrollo de alergias alimentarias en grupos específicos de niños. Esta investigación, además, subraya las barreras de seguir el proceso de introducción.
La investigación es una continuación de 'La Consulta de la Tolerancia', un estudio donde unos 1.300 lactantes de tres meses de edad fueron reclutados en Reino Unido y Gales y situados en dos grupos diferentes.
A los bebés del primer grupo se les suministró un total de seis alérgenos alimentarios (incluyendo cacahuetes y huevos) desde los tres meses de edad y a lo largo de todo el proceso de lactancia, y los llamaron 'Grupo de Introducción Temprana'. El otro grupo se alimentó exclusivamente de la leche materna durante el mismo periodo de tiempo y se le denominó 'Grupo de Introducción Estándar'.
Los resultados mostraron que un 34,2 por ciento de los niños del grupo estándar desarrolló alguna alergia alimentaria, en comparación con el 19,2 por ciento del grupo de introducción temprana.
Además, el 33,3 y el 48,7 por ciento de los niños del grupo estándar desarrolló una alergia al cacahuete y al huevo, respectivamente, frente al 14,3 por ciento que desarrolló la intolerancia al fruto seco y el 20 por ciento que la desarrolló al huevo dentro del grupo de introducción temprana.
RECOMENDACIONES ALIMENTARIAS
El investigador principal del estudio de introducción temprana, Gideon Lack, ha señalado que "estos resultados tienen implicaciones significativas y son informativos en lo que tiene que ver con las recomendaciones alimentarias de los niños en relación con las alergias y el desarrollo de nuevas guías de alimentación".
En este sentido, también ha afirmado que si la introducción temprana a ciertos alérgenos se convirtiera en parte de estas recomendaciones, también se tendrían datos que hablaran "sobre qué apoyos extra se podrían necesitar en lo relativo a la implementación de recomendaciones".
Uno de los artículos ha indagado más en los factores que influencian la no-adherencia en un análisis cualitativo. Tres grandes temas han emergido en este sentido, incluyendo el rechazo de niños a comidas con alérgenos, la información y preocupación de los cuidadores por los alimentos que causan reacciones alérgicas y las limitaciones prácticas del estilo de vida.
"El estudio de introducción temprana ofrece unos datos enriquecedores que aún están siendo analizados", según ha declarado el investigador. "Cuanto más se analice, más pronto se llegará a una nueva lista de recomendaciones de introducción temprana que ayudará a prevenir las alergias alimentarias en el futuro", ha añadido.
Otro de los investigadores, Michael Perkin, ha apuntado que, con este estudio "se añade una fuente de pruebas a favor de la introducción temprana, que puede jugar un papel importante en la reducción de la epidemia de alergua que hay actualmente".