MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La piperlongumina, un compuesto químico que se encuentra en la pimienta de la India, es capaz de matar a las células cancerosas de los tumores cerebrales, según han observado un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) en un estudio realizado en animales y publicado en la revista 'ACS Central Science'.
Los expertos han evidenciado cómo la piperlongumina se une a una proteína llamada TRPV2, la cual sobreexpresa en el glioblastoma de una manera que parece impulsar la progresión del cáncer. Además, han observado que el tratamiento con piperlongumina reduce radicalmente los tumores de glioblastoma y extendió la vida en dos modelos de ratón de este cáncer, y también destruyó selectivamente las células de glioblastoma tomadas de pacientes humanos.
"Este estudio nos brinda una imagen mucho más clara de cómo funciona la piperlongumina contra el glioblastoma y, en principio, nos permite desarrollar tratamientos que pueden ser aún más potentes", han detallado los expertos.
Los cánceres de cerebro como el glioblastoma son difíciles de tratar con medicamentos comunes, en parte porque las moléculas de los medicamentos por lo general no pasan fácilmente del torrente sanguíneo al cerebro. Por lo tanto, el equipo diseñó un andamio de tipo hidrogel que podría llenarse con piperlongumina e implantarse.
Así, demostraron en dos modelos diferentes de ratones con glioblastoma que su andamio lleno de piperlongumina, que libera piperlongumina en el área de un tumor durante aproximadamente ocho días a la vez, destruyó los glioblastomas casi por completo y extendió en gran medida la supervivencia del ratón más allá de la de los ratones no tratados. Los investigadores obtuvieron resultados similares contra las células de glioblastoma de pacientes humanos.
Los expertos ahora están trabajando para desarrollar su enfoque en más estudios preclínicos, con la esperanza de probarlo algún día en ensayos clínicos con pacientes con glioblastoma. Además, los hallazgos estructurales permitirán a los investigadores experimentar con piperlongumina y versiones modificadas de la misma para desarrollar un inhibidor aún más fuerte y selectivo de TRPV2.