Un informe advierte sobre el incremento de empresas que "enmascaran" el exceso de azúcar en sus productos

El presidente de la UCE, Javier Rubio, presenta la revista número 133 de Consumidorex este jueves en la sede de la entidad
El presidente de la UCE, Javier Rubio, presenta la revista número 133 de Consumidorex este jueves en la sede de la entidad - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 29 junio 2023 13:27

MÉRIDA 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un informe realizado por la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) ha advertido sobre el incremento de empresas que "enmascaran" el exceso de azúcar que llevan sus productos debido a la existencia en ellos de los azúcares añadidos, que suponen un "riesgo para la salud".

Asimismo, en este informe, recogido en el último número de la revista de la UCE y que ha sido presentado por el presidente de la UCE, Javier Rubio, y la técnica de esta entidad, Elena González, este jueves, se ha advertido e que los niños españoles consumen al día más del doble de azúcares añadidos de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En rueda de prensa, la técnica de UCE ha resaltado que los consumidores son cada vez "más conscientes" del "mal que hace el azúcar" a la salud y que esta premisa es utilizada por las compañías alimenticias para esconder los "excesos de azúcar".

Ante esto, González ha explicado que existe el azúcar intrínseco, aquel que se encuentra en los alimentos "por el mero hecho de su naturaleza" y "no suponen un riesgo para la salud", y el azúcar libre, que no se encuentra en la matriz del producto y los fabricantes la disuelven en ella.

En este azúcar libre, ha detallado, se encuentran los "azúcares añadidos" y suponen un riesgo para la salud de los consumidores si no se consumen "de la manera adecuada" y ha señalado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que menos del 10 por ciento de la ingesta calórica sea este tipo de glucosa.

Para regular la información alimentaria de las compañías al consumidor, existe un reglamento europeo que fue aprobado en 2006 y que fue complementado con una normativa que vio la luz en 2011 y que tiene como objetivo buscar una mayor "transparencia" en el etiquetado de los productos alimenticios para que sea "acorde con la realidad".

Así, los fabricantes, ha destacado Elena González, "solamente" pueden poner la etiqueta de "sin azúcar añadido" en el caso de que el alimento no lleve "más de 0,5 gramos de azúcar por cada cien gramos o mililitros" de producto y en aquellos que no lleven ingredientes que se usen para endulzarlo. También se deberá hacer constar en el etiquetado si el producto tiene azúcar intrínseco o aquellos derivado de él.

Hasta la fecha, ha indicado que existe "poca normativa" que abarque esta "problemática" y que se tienen que basar en los reglamentos europeos que, según ha recalcado la técnica, están "un poco desactualizados y que se requiere actualizar" para proteger a los consumidores ante esta práctica.

Con la norma actual, ha asegurado que se le "permiten a algunas empresas" añadir "terminologías o hacer trampas" en el etiquetado cuando especifican los ingredientes que contiene el producto para "añadir azúcares sin tener que declararlos con la palabra azúcar".

En este sentido ha afirmado que no se trata de un "engaño" debido a que las compañías cumplen con la normativa, aunque ha incidido en que la legislación aplicable "debería ser mucho más estrecha" y "taxativa" para evitar que los consumidores se vean "engañados".

Además, ha señalado que los azúcares libres "campan a sus anchas en las etiquetas" y ha reafirmado que un alimento que lleve en el etiquetado "sin azúcar añadido" no significa "que sea más saludable" o que "sus alegaciones sean totalmente ciertas" y, por ello, es importante que los consumidores accedan a una información de "calidad" y que tengan un "paraguas legal" que les proteja de los "abusos".

HIPOTECAS INVERSAS, SALMOREJO Y EQUIPO @ DE LA GUARDIA CIVIL

Asimismo, en el último número de la revista de la UCE también se ha realizado una entrevista al Equipo @ de la Guardia Civil, que está centrado en la ciberdelincuencia, se ha elaborado un informe sobre las hipotecas inversas y se ha comparado el salmorejo, producto típicamente veraniego, entre diferentes marcas.

Así, el presidente de la UCE, Javier Rubio, ha explicado que esta unidad de la Guardia Civil, creada en 2021, ha señalado la importancia de ser conscientes del cuidado de los datos personales.

También ha explicado que en este artículo se han añadido nueve indicaciones otorgadas por Europol para evitar "posibles estafas", como tener actualizado el dispositivo móvil y "entrar y salir" cuando se hace un pago.

En relación con las hipotecas inversas, ha explicado que son aquellas que se dan cuando una persona cumple 65 años y tiene una vivienda en propiedad, con ella el banco le da una cantidad de dinero, "que nunca pasa del 50 por ciento" del valor de tasación, de forma única o se aporta mensualmente.

Esta aportación se puede añadir a la pensión del beneficiario, que no tendrá consecuencias en el IRPF, y entre sus otras ventajas destacan que la persona puede conservar su casa, pudiéndola alquilar, pero no vender, y que no tendrá que devolver lo que le paguen, es decir, que serán los herederos quieren tengan que decidir qué hacer con esta hipoteca.

En cuanto a sus desventajas, las cuotas que otorgará la entidad no serán muy altas y que el banco no informa sobre los intereses hasta que se firma el contrato y serán los herederos quienes tengan que saldar la deuda para poder disfrutar de la vivienda.

Sobre la comparativa del salmorejo, uno de los productos propios del verano, la entidad se ha fijado en el etiquetado de siete productos de diferentes marcas y ha seleccionado aquel que vende Carrefour porque la etiqueta es "mucho mejor", ya que indica la cantidad de tomates que lleva, y el precio es el tercero más bajo.

Además, Rubio ha recordado que esta semana han denunciado la venta de test de embarazo ilegales por Internet y ha asegurado que hay que ser "muy observantes" con la compra online de medicamentos porque no se sabe cómo ha sido su transporte, si están frescos o "pasados", por lo que pueden provocar "problemas sanitarios".