MADRID, 6 Jun. (EDIZIONES) -
La llegada del verano implica el descuido de un aspecto tan importante como es la nutrición, ya que el calor, el sol y las vacaciones contribuyen a un descenso de los hábitos saludables. No obstante, durante el verano, es primordial tener una dieta sana con especial énfasis en la hidratación, y recuperar las vitaminas y sales minerales que se pierden en la sudoración.
Por esta razón, consumir leche y otros derivados lácteos como los quesos, la cuajada, la mantequilla o la nata, es la mejor manera de mantener una dieta saludable en esta época. Los productos lácteos son alimentos muy completos porque aporta, a través de una toma, parte de los nutrientes que el organismo necesita cada día.
El 'Libro Blanco de los Lacteos', creado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) en 2014, hace referencia a la importancia de consumir lácteos a lo largo de todas las etapas de la vida por el valor de sus nutrientes, sobre todo el calcio, ya que contribuye al desarrollo y mantenimiento de los huesos.
Del mismo modo, recoge datos de numerosos estudios que manifiestan sus beneficios porque cubren las necesidades de hidratación, energía y nutrición que aparecen durante el verano.
En este sentido, FeNIL nos da cinco razones por las que es beneficioso para la salud consumir lácteos en verano:
1.- Hidratación: La sudoración hace que perdamos una importante cantidad de agua del cuerpo y de sales minerales necesarias para las actividades diarias. La leche contiene entre 88 y 91 gramos de agua por cada 100 gramos y, además, es una fuente de vitaminas A, D, y E.
2.- Bronceado más sano: La leche, el queso, la mantequilla y los yogures contienen vitamina D y E para procesar el bronceado. La vitamina D reacciona a la exposición del sol y protege la piel porque facilita la absorción del calcio por los huesos. Por su parte, la vitamina E favorece a la regeneración de la piel y disminuye la velocidad de 'pelado', por lo que conserva el moreno.
3.- Ayuda a mantener la línea: El calcio y las proteínas, con efecto saciante, ayudan a evitar el 'picoteo' entre horas.
4.- Ayuda a la conciliación del sueño: Uno de los problemas a la hora de dormir en verano es el calor. Un vaso de leche antes de acostarse es un remedio casero que ayuda a conciliar el sueño porque contiene 'triptófano', un aminoácido esencial que promueve la liberación de la serotonina y ayuda a regular el sueño.
5.- Existe gran variedad de lácteos: Se pueden encontrar en forma de yogur, cuajada, queso y son la base de muchas recetas.
El verano es un reto para mantener unos hábitos alimentarios saludables y para conseguirlo, desde FeNIL recomiendan un consumo diario de dos a cuatro raciones para conseguir los nutrientes que contribuirán a mantener una dieta sana y equilibrada.