MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los horarios de las comidas pueden incidir en la pérdida de peso en pacientes con obesidad severa que se han sometido a cirugía bariátrica, según un estudio publicado en la revista 'Clinical Nutrition' y realizado por la Universidad de Barcelona (UB) y el Hospital Clinic de Barcelona con la colaboración de la Universidad de Murcia.
La investigación, dirigida por la doctora María Izquierdo de la Facultad de Farmacia de la UB, y por la doctora Marta Garaulet de la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia, se basa en el seguimiento, durante seis años, a 270 pacientes del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clinic.
Todos ellos presentaban un grado severo de obesidad y habían sido sometidos a cirugía bariátrica para reducir su peso. El equipo de investigación valoró la ingesta alimentaria, la actividad física, el cronotipo, las horas de sueño y los horarios de las comidas.
CONCLUSIONES
Despues de la cirugía, los pacientes pueden clasificarse en tres grupos según su evolución en la pérdida de peso. Al primer grupo, los 'buenos respondedores', pertenecen el 70 por ciento de los pacientes y serían aquellos que pierden el 80 por ciento del exceso de peso y lo mantienen a lo largo de los años.
El segundo grupo, un 20 por ciento, pierde también un porcentaje importante de peso en los dos primeros años pero lo recupera lentamente a lo largo del tiempo. El tercer grupo, los 'fracasos primarios', representan el 10 por ciento y son aquellos que pierden un porcentaje bajo de su exceso de peso.
El estudio revela que el 70 por ciento de los pacientes operados considerados 'fracasos primarios' comen después de las tres de la tarde. Tal y como indica la doctora María Izquierdo se ha comprobado "que no influía ni el género, ni la edad, ni el tipo de cirugía utilizada; lo más sorprendente es que entre estos tres grupos no se encontraron diferencias entre la ingesta, el nivel de actividad física y las horas de sueño".
Por tanto, el horario de las comidas influye en el funcionamiento de los ritmos circadianos porque la alteración de dichos ritmos puede influir en el desarrollo de la obesidad y del síndrome metabólico.
La doctora Garaulet ya había comprobado, en un estudio previo, que en la población con obesidad moderada, después de un tratamiento dietético de veinte semanas, la hora de la comida podía ser determinante. Los pacientes que comían después de las tres perdían menos peso que los que comían antes de esa hora.
"Los mecanismos de la influencia del horario de las comidas sobre la pérdida de peso pueden estar asociados a las alteraciones en el metabolismo de la glucosa, disminución del gasto energético y alteraciones en los patrones circadianos del cortisol o la temperatura", ha explicado la doctora.
Estos mecanismos explicarían por qué comer tarde se asocia a alteraciones metabólicas propias de la obesidad y a una pérdida menor del peso corporal.
"En el actual estudio hemos comprobado lo mismo que lo que se observaba en población con obesidad moderada, con la diferencia de que la población aquí estudiada tenía obesidad severa; la hora principal de la comida continúa influyendo, y eso es muy interesante", ha concluido la doctora Izquierdo.