Hogar Sin Tóxicos presenta un libro sobre la contaminación química de los alimentos y ofrece formas de autoprotección - HOGAR SIN TÓXICOS
MADRID 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
La iniciativa Hogar Sin Tóxicos ha presentado un nuevo libro titulado 'Cómo comer sano en un mundo tóxico. Hacia una dieta más saludable reduciendo los tóxicos alimentarios', que aborda la problemática de la creciente contaminación química de los alimentos y ofrece información para que los consumidores puedan reducir su exposición a estas sustancias tóxicas.
La obra, escrita por el periodista y responsable de Hogar Sin Tóxicos, Carlos de Prada, aborda diferentes tipos de sustancias tóxicas presentes en plásticos y en otros materiales en contacto con alimentos, como los residuos de pesticidas, los contaminantes orgánicos persistentes, los residuos de antibióticos o la contaminación en el pescado.
"La ignorancia es tóxica. Solo si tenemos los conocimientos e información necesarios, solo si somos conscientes de qué sustancias nocivas hay en nuestra alimentación diaria y qué podemos hacer para reducir esa carga tóxica, podremos proteger nuestra propia salud en alguna medida", ha afirmado De Prada.
Tras ello, ha subrayado que con la información necesaria "es fácil tomar medidas sencillas" en la vida diaria para autoprotegerse frente a esta contaminación, con el conocimiento de qué alimentos son preferibles consumir y cuáles mejor reducir, aunque ha considerado que "no se puede evitar" toda la exposición a sustancias tóxicas.
De Prada ha expuesto que la obra aporta argumentos "científicamente fundamentados" que "desmontan la creencia de que todo esté siendo perfectamente controlado por las autoridades", y que lo legal y lo seguro "no tienen por qué coincidir".
En ese sentido, ha argumentado que las autoridades pueden sostener que "no pasa nada" porque un alto porcentaje de las frutas y verduras convencionales, no ecológicas, tengan cierta baja concentración de residuos de pesticidas, a pesar de que la comunidad científica "sostenga otra cosa".
El libro incluye un capítulo sobre la alimentación ecológica, y sostiene que, de entre todas las medidas posibles para reducir la exposición a tóxicos alimentarios, es "la más eficaz".
Además, se propone "abrir los ojos" de los consumidores con hechos objetivos, como la "gran cantidad" de veces que las autoridades han sostenido, sin fundamento real, que era "seguro" exponerse a sustancias tóxicas concretas presentes en los alimentos, para luego "dar marcha atrás y prohibir o restringir severamente" muchas de ellas, confirmándolas oficialmente como peligrosas cuando ya millones de personas habían estado exponiéndose a ellas durante años.
