MADRID, 12 Oct. (EDIZIONES) -
¿Notas que algunas comidas repiten o te dejan un sabor ácido horas después? No siempre se trata de una mala digestión. Según la doctora Inés Bartolomé, médico adjunta del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, este fenómeno —conocido como ‘regurgitación’— tiene que ver con cómo funciona el esfínter que separa el esófago del estómago, y puede agravarse por ciertos alimentos, o hábitos.
“Que una comida nos repita es lo que conocemos como ‘regurgitación’. Consiste en que el contenido gástrico vuelva de forma pasiva al esófago o a la boca generando una sensación de sabor ácido, amargo, o similar al de la comida ingerida. Aunque los dos son síntomas típicos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, no son lo mismo. El reflujo o acidez es la sensación de ardor (a nivel subesternal) que asciende desde la boca del estómago hacia el cuello”, aclara esta experta.
Tal y como justifica, esta sensación se debe al paso de contenido gástrico (compuesto por ácido, bilis, y alimentos parcialmente digeridos) al esófago, o a la cavidad oral, generalmente por relajaciones transitorias del esfínter esofágico inferior, la “válvula” situada entre el esófago y el estómago que, de forma normal, permite el paso de alimentos del esófago al estómago y, a su vez, evita la vuelta de estos al esófago.
“También se puede producir esta sensación de repetición cuando el esfínter esofágico inferior está hipotónico o ‘flojo’, en el caso de algunas alteraciones anatómicas, como la existencia de una hernia de hiato, o cuando el esófago no es capaz de eliminar adecuadamente el contenido ácido que asciende”, agrega.
Por otro lado, la doctora Bartolomé señala que algunos alimentos pueden empeorar este proceso al estimular la producción del ácido, o bien al relajar el esfínter esofágico inferior. “La mala o lenta digestión también puede empeorar el proceso al hacer permanecer más tiempo los alimentos en el estómago”, añade.
LOS ALIMENTOS QUE MÁS PUEDEN ‘REPETIRNOS’
Con todo ello, preguntamos a esta digestóloga del Hospital Príncipe de Asturias de Madrid cuáles son los alimentos que suelen asociarse con mayor frecuencia con que una comida pueda repetirnos.
En primer lugar, puntualiza que, con diferente grado de evidencia científica, sí existen algunos alimentos que se han asociado con el reflujo y con la regurgitación: “Los tomates, los cítricos, las comidas altamente especiadas, los fritos, las comidas ricas en grasa, y el chocolate son algunos de ellos”.
No obstante, precisa la doctora Bartolomé que no todas las personas tienen la misma sensibilidad a los alimentos y, por lo tanto, la dieta debe adecuarse a la sensibilidad de cada paciente. “También el consumo de alcohol, las bebidas carbonatadas, y el café se relacionan con el empeoramiento de dicha sintomatología. Es importante en este sentido evitar comer de más, el tipo de alimento, así como no tumbarse inmediatamente después de las comidas, y dejar al menos tres horas entre la ingesta y el momento de acostarse”, subraya.
¿AYUDAN LOS PROTECTORES DE ESTÓMAGO?
Por otro lado, cuestionamos a esta profesional sanitaria por el empleo de los protectores de estómago en estos casos porque, en muchas ocasiones, son empleados ante una comida copiosa, por ejemplo, con la que corremos el peligro de que ésta pueda repetirnos.
La médico adjunta del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias aclara sobre estos fármacos que, aunque sí que mejoran parcialmente la regurgitación, no son tan eficaces en este contexto como en el control del ardor: “Los protectores de estómago disminuyen la secreción de ácido gástrico, pero la regurgitación no depende exclusivamente de este mecanismo, sino también del tono y de las relajaciones del esfínter esofágico inferior entre otros; por tanto, esa sensación puede persistir pese al uso de protectores de estómago”.
Tal y como indica, las indicaciones para el uso de omeprazol actualmente son: la enfermedad por reflujo no erosiva, la esofagitis, la estenosis esofágica péptica, el esófago de Barret, la dispepsia funcional, la hemorragia digestiva alta no varicosa, las úlceras gástricas o duodenales, el síndrome de hipersecreción gástrica, la esofagitis eosinofílica, o como parte del tratamiento para la erradicación del Helicobacter pylori.
También está recomendado su uso preventivo en pacientes, según prosigue, con consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno, o de la 'Aspirina', asociado a factores de riesgo de hemorragia digestiva. “Fuera de estas indicaciones, los protectores de estómago deben ser suspendidos y, por tanto, cuando se mantienen se está haciendo un uso erróneo de los mismos. Por lo que es importante por parte de los facultativos revisar la indicación de estos fármacos y retirarlos cuando no sean necesarios”, mantiene.
TIPS PARA QUE LAS COMIDAS NO ‘REPITAN’
Finalmente, la doctora Bartolomé aporta una serie de consejos o tips para que las comidas no ‘repitan’, resaltando que es muy importante hacer algunas modificaciones en el estilo de vida, como dejar de fumar, o perder peso en caso de sobrepeso o de obesidad, ya que ambos factores han demostrado disminuir los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
“Es importante comer despacio y evitar ingestas voluminosas. Se recomienda hacer varias comidas ligeras en lugar de una abundante, evitar tumbarse inmediatamente después de la ingesta, o dejar pasar al menos 3 horas desde la cena hasta el momento de acostarse. También puede ayudar dormir en decúbito lateral izquierdo (del lado izquierdo), así como identificar y evitar los alimentos que empeoran los síntomas, a la par que evitar el sedentarismo”, sugiere esta especialista en Aparato Digestivo.
En este contexto, esta experta recuerda que hay una serie de síntomas que suponen una alarma y que nos deben hacer consultar con un médico porque sí pueden reflejar un problema digestivo más importante: “La dificultad o el dolor al tragar, la pérdida de peso inexplicada, los vómitos recurrentes, los vómitos con sangre, o las heces negras en la ausencia de toma de hierro oral, y que se pueden traducir en un sangrado a nivel alto”.