La forma en la que preparas el café dice mucho de tu colesterol

Archivo - Tazas con café, té, chocolate y otras bebidas.
Archivo - Tazas con café, té, chocolate y otras bebidas. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / RAWPIXEL - Archivo
Publicado: miércoles, 11 mayo 2022 8:20


MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -

El sexo de la persona que lo consume, así como el método de preparación, pueden ser la clave de la relación entre el café y el aumento del colesterol, un conocido factor de riesgo de enfermedades cardíacas, según sugiere una investigación publicada en la revista de acceso abierto 'Open Heart'.

El estudio reveló que un consumo de café expreso se asocia con la mayor diferencia de género en el nivel de colesterol y que el café con cafetera de émbolo se asoció con la menor.

Las sustancias químicas presentes de forma natural en el café (diterpenos, cafestol y kahweol) elevan los niveles de colesterol en la sangre. El método de preparación influye, pero no está claro qué impacto puede tener el café expreso y en qué cantidades.

Por ello, los investigadores quisieron comparar el café expreso con otros métodos de preparación entre adultos de 40 años o más (con una edad media de 56 años).

Se basaron en los datos de 21.083 participantes (11.074 mujeres y 10.009 hombres) que respondieron a la séptima encuesta del Estudio Tromso en 2015-16, un estudio poblacional a largo plazo, que comenzó en 1974, con los residentes de la ciudad noruega de Tromso.

Se preguntó a los participantes cuántas tazas diarias de café bebían (ninguna, 1-2 tazas; 3-5; y 6 o más) y qué tipo de preparación bebían: filtrado, de émbolo, espresso de máquinas de café, monodosis, de olla o instantáneo.

Se tomaron muestras de sangre y se midieron la altura y el peso. También se buscó información sobre factores potencialmente influyentes: la dieta y el estilo de vida, incluidos el tabaquismo, el consumo de alcohol y la actividad física; el nivel de estudios y si se había diagnosticado diabetes de tipo 2. Las mujeres bebían una media de algo menos de 4 tazas de café al día, mientras que los hombres bebían una media de casi 5.

El análisis de los datos mostró que la asociación entre el café y el colesterol total en suero variaba, dependiendo del método de preparación, con diferencias significativas entre los sexos para todos los tipos de preparación, excepto el café de émbolo.

Beber de 3 a 5 tazas diarias de café expreso se asoció significativamente con un aumento del colesterol total en suero, especialmente entre los hombres. En comparación con los que no bebían nada, este patrón de consumo se asoció con un colesterol sérico 0,09 mmol/l más alto entre las mujeres frente a 0,16 mmol/l más alto entre los hombres.

Un recuento diario de 6 o más tazas de café de émbolo también se asoció con un aumento del colesterol, y en un grado similar en ambos sexos: 0,30 mmol/l más entre las mujeres frente a 0,23 mmol/l más entre los hombres.

Y el consumo de 6 o más tazas de café filtrado al día se asoció a un aumento del colesterol de 0,11 mmol/l entre las mujeres, pero no entre los hombres, en comparación con los que no tomaban café filtrado.

Mientras que el café instantáneo se asoció a un aumento del colesterol en ambos sexos, éste no aumentó en paralelo al número de tazas tomadas, en comparación con los que no optaron por el café en polvo/granulado.

Los investigadores señalan que en su estudio no se utilizó un tamaño de taza estandarizado, pero los noruegos tienden a beber en tazas de café expreso más grandes que los italianos, por ejemplo. También es probable que los distintos tipos de espresso -de máquinas de café, cápsulas o macetas- contengan diferentes niveles de las sustancias químicas clave que se producen de forma natural. Y todavía no hay explicaciones obvias para la discrepancia de género en la respuesta del colesterol al consumo de café, añaden.

"La ingesta de cada compuesto también depende de la variedad de especies de café, el grado de tueste, el tipo de método de preparación y el tamaño de la porción", explican.

Los estudios experimentales demuestran que el cafestol y el kahweol, además de aumentar el colesterol total, tienen efectos antiinflamatorios, protegen el hígado y disminuyen los riesgos de cáncer y diabetes, añaden.

"Esto demuestra cómo el café contiene compuestos que pueden dar lugar a múltiples mecanismos que operan simultáneamente", destacan los investigadores.

Y recuerdan que "el café es el estimulante central más consumido en todo el mundo. Debido al elevado consumo de café, incluso pequeños efectos sobre la salud pueden tener consecuencias considerables".