Archivo - Hombre con sobrepeso, hambriento, mirando pasteles de crema edela nevera por la noche. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / MOTORTION - Archivo
MADRID, 2 Dic. (EDIZIONES) -
Sentirte somnoliento, irritable, o con hambre poco después de comer puede ser algo más que un simple cansancio: podría tratarse de fatiga por azúcar, un desequilibrio metabólico cada vez más común causado por los picos y bajadas bruscas de glucosa en sangre.
Este fenómeno, que afecta incluso a personas que hacen deporte, o que siguen dietas aparentemente saludables, puede acelerar el envejecimiento, y aumentar el riesgo de diabetes y de hipertensión, según alerta en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus Satoru Yamada, médico y doctor en Medicina en Japón, y especialista en medicina interna y diabetes.
"La fatiga por azúcar es un problema causado por los picos y caídas bruscas de glucosa en sangre debido al consumo excesivo de carbohidratos, incluso en alimentos que nos parecen saludables. Una sintomatología muy común sería, por ejemplo, sentirse somnoliento o cansado después de comer. También si, a pesar de haber comido suficiente, volvemos a tener hambre enseguida, o si perdemos fácilmente la concentración, tendemos a enfadarnos, o sentimos pesadez detrás del cuello. Además, si ignoramos este tipo de episodios podemos aumentar el riesgo de favorecer el envejecimiento prematuro y padecer enfermedades como la diabetes o la hipertensión", mantiene.
Se trata de un problema que "aumenta de manera constante, pero silenciosa en nuestra sociedad", tal y como advierte este especialista, quien añade que es un problema que nos toca a todos muy de cerca, pero, "curiosamente, nadie cree que le afecte directamente". Además, y de manera sorpresiva para él reconoce que muchas personas que hacen deporte regularmente, incluso deportistas profesionales, también sufren de 'hiperglucemia postprandial'.
HÁBITOS APARENTEMENTE SALUDABLES QUE NO LO SON
Además, y según los expertos, hábitos tan cotidianos como desayunar fruta o tomar bebidas energéticas están detrás de esta "montaña rusa" del azúcar que agota tu cuerpo sin que te des cuenta, por ejemplo. Precisamente, el dotor Satoru Yamada, autor de 'La fatiga por azúcar' (Neko Books), advierte de que, por ejemplo, la fruta es rica en fructosa y en otros azúcares. "Y la propia fructosa se convierte en triglicéridos, lo que facilita el desarrollo de obesidad e hígado graso", precisa.
También señala que un hábito que 'a priori' puede parecer saludable pero que luego realmente no lo es es desayunar smoothies o zumos provoca picos de glucosa: "El inconveniente principal de la fruta es su alto contenido en fructosa y en otros azúcares. Aunque aporta fibra y vitaminas, estos nutrientes también pueden obtenerse a partir de las verduras. Cuando en una etiqueta se indica 'X% de azúcar' esto significa que en 100 gramos del producto hay X gramos de azúcar, aunque a menudo se use como reclamo de sabor".
Además, subraya el doctor Yamada que los ritmos biológicos hacen que los niveles de glucosa en sangre tiendan a elevarse en las primeras horas del día. "Por eso, el hábito de desayunar alimentos dulces favorece un aumento adicional del azúcar en un momento en el que el organismo ya lo tiene más alto de forma natural. Para evitar un incremento brusco de glucosa, se recomienda que el desayuno, más que ninguna otra comida, sea bajo en hidratos de carbono, y contenga principalmente proteínas y grasas", destaca este experto.
Igualmente, alerta sobre el consumo de algunos yogures bajos en grasa, puesto que suelen llevar una gran cantidad de azúcares y de fructosa, lo que puede provocar un aumento en el nivel de triglicéridos, y producir hiperglucemia postprandial.
DI NO A LAS BEBIDAS PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO
También alerta de que otro hábito que aparentemente parece saludable pero no lo es es el consumo de bebidas energéticas para mejorar el rendimiento, ya que según apunta una bebida energética estándar contiene unos 27 gramos de carbohidratos por cada 250 mililitros.
"Al ingerirla antes de comenzar la jornada es habitual notar un aumento de energía o de entusiasmo, pero poco después se produce una hiperglucemia postprandial, seguida de una sensación de cansancio derivada del exceso de azúcar. Sin darnos cuenta podemos sentir que el efecto inicial desaparece y buscar otra bebida, repitiendo el ciclo. Si después de tomar una bebida energética se percibe primero euforia y luego agotamiento, se está experimentando exactamente eso de lo que venimos hablando: 'fatiga por azúcar'", insiste este doctor.
En resumen, este experto en diabetes comenta que, si consumimos más azúcar de lo que el cuerpo necesita, se produce una subida rápida de la glucosa, acompañado de una respuesta de insulina, y finalmente un descenso repentino de glucosa, lo que puede derivar en somnolencia, en fatiga, o en ese hambre repentina.
"Esto provoca un desequilibrio metabólico que puede manifestarse en forma de acumulación de grasa, en inflamación crónica, o en aparición de la resistencia a la insulina, entre otros. A su vez, estos procesos pueden causar síntomas cotidianos y aumentan el riesgo de padecer enfermedades metabólicas y envejecimiento prematuro", concluye el doctor Satoru Yamada.