MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El consumo ideal de lácteos oscila entre 2 y 3 raciones de lácteos al día en niños y adultos, si bien esta cantidad debe subir hasta 3 o 4 en colectivos especiales como adolescentes, mujeres durante el embarazo y lactancia, ancianos y deportistas, recuerda la doctora Rosa María Ortega, doctora en Farmacia y catedrática de Nutrición en la Universidad Complutense de Madrid, quien destaca la importancia de mantener su consumo durante el confinamiento provocado por el estado de alarma por el Covid-19.
En el mismo sentido, la doctora Rosaura Leis, coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago, líder del GI Nutrición Pediátrica del IDIS y miembro del CiberObn, subraya que los lácteos son un alimento de consumo diario y fundamental en las dietas atlántica y mediterránea, al aportar proteínas de alto valor biológico, además de importantes grasas, minerales (siendo la principal fuente de calcio) y vitaminas".
Una ración de leche equivaldría a 200-250 mililitros (una taza o vaso), mientras que la ración de yogur serían 250 gramos (2 yogures). La porción de queso semicurado o curado rondaría los 30 gramos y, la de queso fresco, sobre 60 gramos. Con estas pautas, serían fácilmente alcanzables las tres raciones al día, de media.
Por su parte, el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia y Director del Departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Salud de la Universidad CEU San Pablo, Gregorio Varela Moreiras indica, por ejemplo, que las proteínas de los lácteos tienen alta calidad biológica, es decir, son altamente aprovechables para el fortalecimiento y el mantenimiento de la masa muscular mientras que el calcio es clave para mantener una buena estructura ósea, para estar activo y en la práctica deportiva.
Un estudio reciente, publicado en 'Advances in Nutrition', señala que la ingesta regular de leche y de productos lácteos se asocia con un mayor crecimiento y menor riesgo de obesidad en la infancia. En los adultos, el consumo se asocia con una mejora de la composición corporal y un riesgo reducido de mortalidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2 así como con menor riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer.
"En general, los expertos aconsejan, junto a práctica regular de ejercicio físico, pautas de alimentación equilibrada variada, satisfactoria, sostenible y compartida, donde brillan los productos frescos asociados a la Dieta Mediterránea, en la línea de las recomendaciones de la Fundación Española de la Nutrición (FEN); la Fundación Española del Corazón (FEC) o la Academia Española de Nutrición y Dietética", concluye la directora gerente de InLac, Nuria María Arribas.