MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La especialista en Endocrinología y Nutrición de IMQ, Nerea Gil, ha alertado, con motivo de la celebración, el próximo 21 de mayo, del Día Europeo contra la Obesidad, de que el trastorno por atracones es "mucho más común" de lo que la gente cree.
Asimismo, la experta ha detallado que "muchas veces" existe un círculo vicioso entre algunos problemas psicológicos, como pueden ser la ansiedad y la depresión, y la obesidad, en el que es difícil distinguir cuál de las dos patologías ha surgido primero. Cuando ambas están presentes, se genera este círculo vicioso.
"Es decir, a veces, la persona no se siente bien emocionalmente y come porque cree que así se va a sentir mejor o lo hace para calmar su ansiedad. Sin embargo, este comportamiento provoca que aumente más de peso y que empeore la ansiedad y depresión", ha enfatizado.
En muchos casos, apostilla, el problema no es una falta de conocimiento de las pautas de alimentación, sino una falta de control de esos impulsos. "En estas circunstancias, es fundamental una coordinación entre Psicología-Psiquiatría y Endocrinología. Existe mucho trastorno de la conducta alimentaria mucho más allá de la anorexia y bulimia. El trastorno por atracones es mucho más común que lo que la gente cree", ha añadido.
¿EL 'OBESO FELIZ' EXISTE O ES UN MITO?
En general, un peso que aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades y que te supone complicaciones y limitaciones en el día a día (algo tan sencillo como, por ejemplo, atarse los cordones) o una mayor fatiga para caminar o mayor dificultad para respirar, no debería hacer a una persona más feliz.
Ahora bien, la doctora ha puntualizado que eso no quiere decir que una persona con obesidad deba estar amargada pero, como profesional sanitaria, creo que le conviene hacer algo por cambiar esa situación. Y es que, la obesidad es un factor de riesgo para otras muchas patologías.
"Por ejemplo, aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, una enfermedad que ya afecta al 14 por ciento de la población española; también aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio, ictus y otras; afecta a la materia gris del cerebro; aumenta el riesgo de tener cáncer; favorece la apnea del sueño; es causa de infertilidad; genera problemas articulares, etcétera. Además de lo anterior, frente a una infección como puede ser la Covid-19, la persona obesa tiene una probabilidad mayor de sufrir un caso grave. De hecho, el SARS-CoV-2 es un virus proinflamatorio y la obesidad se caracteriza además por favorecer en general un estado inflamatorio en el cuerpo", ha dicho.
Por otro lado, la experta ha asegurado que la obesidad afecta a la vida sexual. "Por varios motivos. La obesidad per se puede producir un descenso del nivel de testosterona en los varones, condicionando problemas de libido. Además una pobre valoración de la imagen corporal de la persona con obesidad puede hacer que su libido disminuya y aumenten situaciones de ansiedad y depresión de nuevo", ha explicado.
Respecto al tratamiento, la doctora ha informado de que además de las pautas de alimentación y ejercicio que siempre deben ser las armas fundamentales se dispone de medicación que puede ayudar a controlar el apetito y la sensación de saciedad de los pacientes. "Siempre bajo supervisión médica", ha zanjado.