Estudio de la Universidad Loyola para la prevención de desórdenes alimenticios a través de movimientos oculares
Estudio de la Universidad Loyola para la prevención de desórdenes alimenticios a través de movimientos oculares - UNIVERSIDAD LOYOLA
Publicado: jueves, 21 julio 2022 14:35

   SEVILLA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Un trabajo publicado por investigadores de la Universidad Loyola, la Universidad Carlos III, la Universidad de Londres y la Universidad de Sevilla (US) ha propuesto que "ciertas alteraciones" en los movimientos oculares de personas diagnosticadas con anorexia podrían también estar presentes en personas en riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria, lo cual "podría ayudar a desarrollar tratamientos preventivos".

   Así lo ha indicado la Universidad Loyola en una nota de prensa, en la que ha explicado que los movimientos oculares se observan a través del llamado 'eye tracker', un equipamiento disponible en el Laboratorio de Neurociencia Humana de la Universidad Loyola capaz de "evaluar procesos cognitivos implicados en el lenguaje, la atención o el control ejecutivo a partir del registro de los movimientos oculares que se realizan al ejecutar una tarea".

   El trabajo titulado 'Eye movements and eating disorders: protocol for an exploratory experimental study examining the relationship in young-adult women with subclinical symptomatology', publicado en la revista 'Journal of Eating Disorders' parte de estudios anteriores "que confirman ciertos movimientos oculares asociados a pacientes diagnosticados de anorexia", según ha explicado el comunicado.

   No obstante, hasta el momento, señala, "se desconocen si dichos movimientos anormales pueden servir como biomarcadores para un diagnóstico temprano y un tratamiento preventivo".

   Para la realización del trabajo, los científicos se encuentran realizando experimentos con una muestra de población a la que se suministró un cuestionario de cribado a fin de discriminar entre participantes con y sin síntomas subclínicos relacionados con trastornos alimentarios.

   Así, resalta el comunicado, este estudio se ha convertido en "el primero que propone estudiar la presencia de anormalidades en los movimientos oculares en personas en riesgo de sufrir trastornos de la conducta alimentaria".

DIAGNÓSTICO Y PREVENCIÓN

   Por otro lado, los trastornos alimenticios, como la anorexia o la bulimia nerviosa, constituyen "un grave problema en nuestra sociedad", según indica la universidad.

   Estos, añade, son "relativamente frecuentes", especialmente entre las mujeres jóvenes y adultas y se asocian a graves deterioros de la calidad de vida presentando además tasas de mortalidad más elevadas de todas las enfermedades psiquiátricas requiriendo propios tratamientos especializados.

   Además, a pesar de los avances en los tratamientos, algunos pacientes no mejoran tras el mismo, lo que hace que el diagnóstico y la detección temprana sean "esenciales para obtener resultados más favorables y tratamientos más efectivos".

   Este estudio está liderado por el investigador Sergio Navas León, que realiza su tesis con un trabajo de investigación titulado 'Promoción de la salud física y emocional mediante tecnología 'Eye-tracking' y 'feedback' auditivo en personas con desórdenes alimenticios a nivel clínico y subclínico'.

   La Universidad ha destacado que el proyecto tiene como objetivo principal el estudio de las distorsiones corporales presentes en los desórdenes alimenticios mediante 'feedback' sensorial y su integración en dispositivos 'wearables', con el fin de promocionar la salud físico-emocional entre pacientes y personas en riesgo de padecerlos.

   Esta tesis dirigida por los investigadores de la Universidad Loyola, Milagrosa Sánchez y Luis Morales, y la investigadora de la Universidad Carlos III, Ana Tajadura Jiménez, cuenta con la financiación de una Ayuda FPU, unas ayudas con "un alto nivel de exigencia y competitividad" que tienen en cuenta "la calidad de la investigación que se desarrolla, además de la trayectoria curricular de los directores de tesis, grupos de investigación implicado, proyectos, producción científica, entre otros", ha concluido.