Estar más de 9 horas sin ingerir líquidos puede provocar un descenso significativo del rendimiento

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CAFÉ DE LAS ARTES
Actualizado: martes, 7 octubre 2014 2:27

MADRID 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La jefa de la Unidad Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Carmen Gómez-Candela, defiende la necesidad de mantener una buena hidratación mediante la ingesta de líquidos y avisa de que a partir de nueve horas sin hacerlo las personas pueden padecer un descenso del rendimiento a niveles "estadísticamente significativos".

Así lo ha asegurado con motivo del XIV Congreso de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM) que se celebra estos días en Madrid, destacando que si esta ausencia de líquidos se prolonga durante 24 horas puede condicionar un descenso en las habilidades mentales y psicomotoras.

Según esta experta, diversos estudios han constatado un incremento en la fatiga, una dificultad de discriminación y pérdida de memoria cuando se sufre una deshidratación moderada (2,8 por ciento de pérdida de peso).

Y de hecho, las alteraciones del sistema nervioso central aparecen en asociación con un volumen celular cerebral disminuido e incluyen alteración del estado mental, debilidad, excitabilidad neuromuscular y déficits neurológicos.

La deshidratación puede aparecer debido a un aumento de necesidades (calor excesivo) o de perdidas (diarrea, por ejemplo), y existen diferentes tipos en función de la cantidad de liquido perdido, la rapidez de la perdida, y la perdida paralela de solutos/electrolitos.

El tipo de deshidratación dependerá del porcentaje de la perdida de peso, de modo que se considera leve cuando se trata de un descenso del peso corporal del 1 al 3 por ciento, y severa, cuando la perdida es mayor del 5 por ciento.

Asimismo, las necesidades de agua y líquidos son también muy diversas y varían en función de la edad, sexo, tipo de alimentación, clima, ejercicio, vestimenta, etc.

La European Food Safety Authority (EFSA) ha publicado recientemente los valores de referencia de ingesta adecuada de líquidos por grupos de edad, estableciendo 1.600 mililitros al día para niños de entre 4 y 8 años, frente a los 1.900 mililitros al día recomendados para niños y 2.100 mililitros al día para niñas, de entre 9 y 13 años.

En el caso de adolescentes y adultos, establece una ingesta de 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres, siendo esta recomendación similar para los ancianos, ya que en ellos se deteriora la capacidad para conservar el agua en el organismo, y se pierde la sensación de sed.

La EFSA recomienda, asimismo, que las mujeres embarazadas aumenten su ingesta de líquidos en función al aumento en el consumo de energía que realicen, y para las mujeres en periodo de lactancia, que este incremento de líquidos sea de 700 mililitros al día, en relación a las mujeres no lactantes de la misma edad.