Los endocrinólogos aconsejan sustituir helados por granizados o polos caseros hechos con refrescos light

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Actualizado: lunes, 16 julio 2018 10:10

Juan Madrid estima que el verano es una buena época para que las familias se sienten a la mesa con los niños y les enseñen a comer

MURCIA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, Juan Madrid Conesa, ha recomendado hacer una ingesta moderada y "excepcional" de los tradicionales helados, porque contienen "muchos azúcares y muchas grasas saturadas" y no son "en absoluto saludables".

"No pasa nada por tomar uno de vez en cuando, pero no muchos", según este endocrinólogo, que aconseja no convertir en una "norma" diaria la ingesta de estos productos propios del verano, como los típicos almendrados. En caso de que apetezca un helado, aconseja tomar granizados, que contienen azúcares pero, por lo menos, "no tienen grasas", y también recomienda ingerir los tradicionales polos de hielo.

Además, sugiere a los padres que pueden sustituir los helados de sus hijos por polos caseros elaborados con refrescos light que, "por lo menos, no llevan calorías" y "sirven para entretenerse". La elaboración de estos polos es sencilla, ya que solo implica meter el refresco al congelador con un palo y, si se desea, existen moldes a la venta con los que confeccionarlos.

UNA ALIMENTACIÓN ADECUADA PARA TODA LA FAMILIA

En declaraciones a Europa Press, Madrid ha proporcionado una serie de consejos en estas fechas veraniegas y ha explicado que lo fundamental sigue siendo "hacer una alimentación adecuada".

Lo más importante en esta época del año, según Madrid, es el consumo de fruta y de verdura, puesto que "hace mucho calor, sudamos y nos deshidratamos". Y es que más del 90 por ciento de la composición de casi todas las frutas es agua, lo que contribuye a la hidratación. Además, estos productos contienen "vitaminas, antioxidantes, fibras y un poquito de azúcar, evitando ingerir muchas calorías".

Como se trata de un periodo de vacaciones, este endocrinólogo aconseja a los padres que se sienten a la mesa con sus hijos, porque es un buen momento para enseñar a los más pequeños a tomar frutas y verduras.

Madrid puntualiza que el desayuno "básico" debería incluir un vaso de leche al que no hay que añadir azúcar, puesto que la leche ya la contiene por sí misma. No obstante, admite añadir un preparado de cacao soluble porque a muchos niños les gusta, pero aconseja no añadir mucha cantidad porque la mayoría de estos productos "llevan mucho azúcar añadido". En concreto, este profesional recomienda añadir la cantidad necesaria "solo para cambiar un poco el color y el sabor".

Para acompañar la leche, recomienda "una tostada de tomate con un poquito de aceite de oliva virgen". Si a los niños no les gustan estos productos, insta a usar cereales integrales o galletas sin azúcares añadidos, huyendo de los cereales que suelen gustar a los más pequeños y que sí que contienen este tipo de azúcares añadidos.

Asimismo, aconseja añadir al desayuno una pieza de fruta ingerida, que es preferible incluso al zumo. "No es que el zumo no sea bueno, pero es mucho mejor la fruta comida", según Madrid, quien recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los azúcares de los zumos "son azúcares añadidos".

Tras el desayuno, a media mañana, Madrid explica que "no habría inconveniente" en dar a los niños medio bocadillo si han estado jugando en el exterior. En cambio, si se quedan en casa jugando a la consola, este endocrinólogo estima suficiente que se tomen un yogur o una pieza de fruta.

Para la comida a mediodía, explica que estamos en una época en la que el cuerpo "te pide gazpacho, pepino o tomate". El primer plato, añade, "debe ser un plato de ensalada", pero aconseja no ponerlo al centro de la mesa porque "siempre hay alguien que se lo come y otro que no la prueba".

Asimismo, aconseja servir primero el plato de ensalada y, una vez finalizado, el guiso o plato principal, para evitar simultanearlos. "Lo primero es el plato de ensalada, que nos llena una parte del estómago, y luego se sirve lo que se haga de comer en la casa", aconseja.

De la misma forma, Madrid insta a no dejar de tomar guisos en verano, como lentejas y habichuelas, a pesar de que la gente renuncie a ellos alegando que son platos que están calientes. "Sin embargo, luego la gente se toma una paella caliente o unos espaguetis a 40 grados de temperatura en la calle", bromea.

Para continuar con la ingesta de legumbres en verano, este endocrinólogo recomienda tomarlas a una temperatura "que no esté ardiendo" o bien, cocerlas y comerlas en forma de ensalada, con un poco de aceite de oliva virgen y un punto de sal.

Para acompañar las comidas, aconseja tomar trozo de pan, preferiblemente integral, que "no tiene nada que ver con el pan blanco". No obstante, reconoce que es difícil conseguir pan integral de verdad, porque la mayor parte del que se vende es pan con salvado, que no lleva el germen del grano de trigo.

Madrid lamenta que no se puede distinguir el verdadero pan integral a simple vista y, para cerciorarse de que lo es, el consumidor tiene que asegurarse de que refleje en los ingredientes que contiene harina integral.

MERIENDA Y CENA "SALUDABLES

A media tarde, si el niño está corriendo y jugando, Madrid explica que se puede comer medio bocadillo, preferiblemente de queso fresco, atún o sardinas para "enseñarle" esos sabores. Si el niño, en cambio, no hace ejercicio, recomienda que tome solo un yogur, por ejemplo.

De cara a la cena, explica que mucha gente toma gazpacho o una crema de verduras, pero también se puede aprovechar para tomar otra vez un plato de ensalada o verduras. Asimismo, ha señalado que los niños pueden comer tres o cuatro veces a la semana una tortilla francesa o un huevo pasado por agua, se trata de un alimento "extraordinario", especialmente para los más pequeños.

Igualmente, recomienda enseñar a los niños a comer pescado, al menos, dos o tres días a la semana, e incluir carne en la dieta de forma moderada. Con todo ello, los niños obtienen una "buena fuente de vitaminas, antioxidantes y proteínas". Se trata, añade, de una dieta buena para los niños, adultos y personas mayores. Además, considera "positivo" que toda la familia coma lo mismo y no haya que hacer "cosas especiales".

EL AGUA, LA BEBIDA FUNDAMENTAL

Por otro lado, Madrid ha afirmado que la bebida con la que se debe acompañar esta dieta es el agua, aunque ha reconocido que se puede tomar un refresco "de vez en cuando" por placer. Con todo, aconseja tomar refrescos light porque los normales tienen unos 30 gramos de azúcar de media, lo que ya colma el azúcar máximo que recomienda la OMS al día.

"Por ejemplo, las personas mayores de 65 o 70 años deben poner una botella de un litro y medio en la cocina o en el comedor por la mañana y ser conscientes de que se la tienen que beber a lo largo del día, como mínimo", según Madrid, quien ha aclarado que "no se trata de bebérsela de golpe sino a tragos a lo largo de todo el día".

Finalmente, Madrid insta a tener mucho cuidado en esta época del año con las intoxicaciones alimentarias. Para ello, aconseja mantener la cadena del frío, "lavar muy bien las frutas y verduras" con una gota de lejía de uso doméstico por cada litro de agua.