MADRID, 18 Feb. (EDIZIONES) -
Las personas somos susceptibles del qué dirán. "Nos autoengañamos para parecer mejores a nuestros ojos y a los ojos de los demás", subraya en una entrevista con Infosalus el médico experto en nutrición y alimentación Nicolás Romero, con motivo de la publicación de 'Si te gusta comer, aprende a adelgazar' (MR Ediciones, Martínez Roca, Planeta).
Según defiende, las personas disfrutan más de la comida cuando no se autoengañan. Por eso recalca que en el tratamiento del sobrepeso se van modificando las creencias limitantes y desactivando el autoengaño, a la vez que se trabaja con otros impulsos para moderar la conciencia.
"Se trata de fomentar la sensación de que lo que estamos haciendo tiene sentido y se dirige a una finalidad concreta. Se refuerzan las ilusiones que llegan con la motivación positiva para aumentar la adherencia al plan de alimentación y para disfrutar de la comida sin sentirse culpable", destaca Romero.
De hecho, resalta que el disfrute y la satisfacción son un punto clave del tratamiento y cuando se aumenta la autoconfianza de estas personas, éstas están más dispuestas a tener en cuenta la información negativa sobre sí mismas, levantan menos defensas y ponen menos excusas. "A mayor autoestima, menos autoengaño", subraya el experto en nutrición.
EFECTO PLACEBO, ¿UN AUTOENGAÑO BENEFICIOSO?
Por otro lado, Romero recuerda que en Medicina se usa el efecto placebo con fines terapéuticos y por ejemplo, cuando hay un dolor, la creencia en algunas personas de que han recibido un tratamiento para combatirlo activa la producción de endorfinas, que son las que realmente calman el dolor.
"Si el cerebro presiente una mejoría por la toma de una determinada pastilla, el organismo aprovecha esta previsión para mejorar su estado. La acción de un medicamento es el promedio del efecto real y el recuerdo de la mejoría producida en ocasiones anteriores. El recuerdo del efecto está asociado a un fármaco determinado. Si cambia el nombre de las pastillas puede variar el resultado precisamente porque se modifican tus expectativas para ese medicamento que no conoces", añade.
Según indica, se ve a diario y la gente en la farmacia rechaza los cambios en sus medicamentos, aunque su médico le explique que se trata de la misma dosis y del mismo principio activo.
Así, Romero reseña que por eso las personas disfrutan más de la comida cuando no se autoengañan, cuando son conscientes de que lo que hacen, de los hábitos de vida saludable que mantienen. "El efecto placebo demuestra que las creencias pueden ser curativas, pero también que creer en algo falso puede ser perjudicial y contraproducente. Esta tendencia a autoengañarnos con fines positivos puede ser utilizada por otros en provecho propio. La industria del adelgazamiento, que genera un negocio enorme con pastillas y suplementos, sabe que sus productos se venden más cuando consiguen que la gente crea en ellos. El problema es que cuando desaparece el efecto placebo se produce en esas personas tal sensación de fracaso y frustración que se culpan por ello y se vienen abajo", subraya el especialista.
BREVES CONSEJOS
Por ello, Romero indica que cuando te gusta comer siempre se deben buscar los sabores más intensos. "Con los sabores más intensos comes menos, hay una tendencia, y el propio cerebro lo hace así, busca la variedad con sabores intensos, la dieta mediterránea", aconseja.
Además, sugiere que cuando se vaya al súper no se compren alimentos que no sepan a nada, a pesar de que sean de dieta, y si no se necesitan, no se compren aquellos sin gluten o sin lactosa.
"Los alimentos deben conservar su sabor. Además, la cocina no debe ser insulsa, insípida, sino que debe contener sofritos, especias, dándole sabor a la comida, pero en porciones pequeñas. Es la única manera de adentrarte en un plan de alimentación saludable y que el propio cuerpo regule la cantidad de comida que se ingiere", subraya este especialista, que cuenta con una sección semanal sobre nutrición en el programa 'Saber Vivir' de TVE1.
Con ello, defiende que hay que variar de alimentos, tomarlos en pequeñas porciones, y que estos cuenten con mucho sabor. A su vez, enumera tres pasos, a su juicio fundamentales, que deben tenerse en cuenta en nuestra alimentación diaria: tomar alimentos cargados de fibra, priorizar las proteínas de buena calidad, y que el aceite de oliva virgen extra sea la única grasa para aliñar y freír.