Diseñan un auto-test para saber si la dieta para perder peso se está siguiendo es la adecuada

 Mujer Comiendo
LEÓN PRIETO
Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 20:45

MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -

La responsable de Endocrinología del Centro Integral de Obesidad y Sobrepeso (CIOS) de la Clínica La Luz, Clotilde Vázquez, ha diseñado un auto-test para que cualquier persona que esté llevando a cabo una dieta sepa si es la adecuada o no para perder peso, sin provocar una excesiva restricción calórica o un desequilibrio entre los distintos nutrientes.

Una dieta incorrecta, lejos de conseguir un beneficio de salud a partir de la pérdida del exceso de peso, puede provocar en la persona la aparición de otras enfermedades aparte de la obesidad. E incluso a medio y largo plazo puede provocar un efecto rebote que puede hacer recuperar de golpe los kilos perdidos y convertir en inútiles todos los esfuerzos anteriores.

Por ello, y ante la continua aparición de dietas milagro que propugnan la pérdida de peso en muy poco tiempo con distintos métodos, la doctora Vázquez ha diseñado este auto-test para que cualquiera que está siguiendo una dieta pueda saber, respondiendo a unas preguntas, si su régimen es correcto y detectar así a tiempo errores que pueden perjudicar su salud.

"Una dieta para perder peso es siempre un elemento terapéutico de gran poder, por eso es muy importante que tenga un reparto de nutrientes equilibrado y que la restricción calórica que conlleva sea paulatina y moderada, evitando los déficits nutricionales", ha recordado.

El cuestionario se estructura en torno a un doble bloque de cuestiones, uno de ellos dirigido a evaluar la restricción calórica y el otro centrado en el equilibrio nutricional.

En el primer caso el interesado debe contestar a preguntas como por ejemplo si pierde más de dos kilos a la semana, si tiene dificultades de sueño, si nota caída de pelo o fragilidad en las uñas o si siente excesivo cansancio.

También en este grupo aparece una sencilla fórmula para conocer si la restricción calórica es excesiva: consiste en multiplicar el peso por 18 y comprobar si el número de calorías de la dieta que se está haciendo es inferior al resultado.

TIENE EN CUENTA EL EQUILIBRIO NUTRICIONAL

El segundo bloque, más centrado en el equilibrio nutricional, incluye preguntas sobre si existen grupos de alimentos suprimidos, si hay una reducción drástica de hidratos de carbono, si la dieta persigue "disociar" alimentos o si existe una necesidad imperiosa de comer dulces.

"Si los resultados del auto-test superan unos determinados umbrales es evidente que la persona está realizando una dieta incorrecta y que, por tanto, debe acudir a su médico de Atención Primaria o a un especialista para asesorarse sobre cómo seguir una dieta correcta. Y si el resultado negativo es demasiado alto aconsejamos replantearse al momento la dieta que se está siguiendo y acudir al especialista", añade esta experta.

Según Vázquez, al final solo un especialista con experiencia clínica puede prescribir una dieta adecuada para tratar la obesidad a corto, medio y largo plazo, "así como las enfermedades asociadas a la misma sin producir efectos secundarios que favorezcan la aparición de nuevas enfermedades y predispongan a un efecto rebote".

UN MÍNIMO DE 20 CALORÍAS POR KILO DE PESO

En lo que respecta a la restricción en el aporte de calorías y nutrientes, la doctora Vázquez hace hincapié en la necesidad de que la pérdida de peso se lleve a cabo de forma paulatina y moderada, sin incurrir en déficits nutricionales, para lo que habitualmente se necesita un aporte de 20-25 calorías por cada kilo de peso real.

"Por ejemplo, una mujer de 80 kilos necesitaría aproximadamente de 1.600 a 1.800 calorías, dependiendo del ejercicio que realice. Si consume menos puede sufrir deficiencias proteicas, vitamínicas o minerales que a la larga le podrán causar problemas médicos y una más rápida recuperación del peso perdido, algo que es muy frecuente en estos regímenes", agrega la especialista.

En cuanto al equilibrio nutricional, la doctora deja claro que se necesita un mínimo de hidratos de carbono diarios (entre un 40 y un 50% de las calorías de la dieta) para el funcionamiento correcto del sistema nervioso central y vegetativo, así como del corazón y las células sanguíneas. Del resto, entre un 10-20 por ciento debe corresponder a las proteínas y un 30-35 por ciento a la grasa.