BRUSELAS, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha completado este jueves su reevaluación de todos los colorantes alimentarios permitidos en la Unión Europea desde 2009 y ha concluido que los datos disponibles sobre el dióxido de titanio no suponen un riesgo para la salud humana.
En cualquier caso, el panel de expertos de la EFSA ha recomendado llevar a cabo nuevos estudios para completar la falta de datos sobre posibles efectos en el sistema reproductivo, que podrían conllevar el establecimiento de un nivel de ingesta diaria admisible (IDA).
El dióxido de titanio es un pigmento usado para aportar un "efecto nublado" y un color blanco de fondo. En alimentación se utiliza principalmente en pastelería, panadería y salsas, pero también es común encontrarlo en cosméticos y muchos usos industriales.
En un comunicado, la EFSA ha señalado que durante los últimos siete años el panel de expertos en aditivos, fuentes nutrientes añadidas y alimentos ha evaluado de nuevo la seguridad de 41 colorantes alimentarios y para ello ha tenido en cuenta todos los estudios científicos y datos disponibles. Cuando ha sido necesario, este panel de expertos ha establecido o actualizado el nivel de ingesta diaria admisible de cada sustancia.
El vicepresidente de este panel de expertos, Ruud Woutersen, ha subrayado que la conclusión de estos exámenes es "un importante hito" para la Agencia, pero ha querido destacar que "el trabajo no finaliza aquí". "Hay aún un importante número de otros aditivos alimentarios tienen que ser reevaluados para 2020", ha añadido.
En el caso del dióxido de titanio, el panel de expertos ha concluido que, según los datos toxicológicos disponibles, no existen efectos adversos para los seres humanos a través de ingesta por vía oral. No obstante, subrayaron la necesidad de llevar a cabo nuevas investigaciones que expliquen los efectos potenciales de este pigmento en el sistema reproductivo.