MADRID, 10 Oct. (INFOSALUS) -
Cuando se consigue incorporar el ejercicio a la rutina habitual el horario para realizarlo suele casi siempre el mismo, buscando el mejor encaje con el resto de actividades diarias. Pero ¿alguna vez te has preguntado si da igual comer una cosa u otra cuando vas a hacer ejercicio?
Desde Aerobi.co, plataforma online para una vida saludable, advierten de que es muy importante saber qué alimentos tomar según la hora y el tipo de actividad física que se realiza, ya que la alimentación es clave para el rendimiento y la consecución de los objetivos.
DESPUÉS DE DESAYUNAR
Por la mañana después del desayuno suele ser uno de los momentos más elegidos para hacer ejercicio y conseguir elevar la energía que acompañe toda la jornada.
Tanto si la actividad escogida es de tipo cardiovascular como anaeróbico, los expertos recomiendan realizar un desayuno ligero, a base de fruta o zumo, y completarlo con una tostada con miel para dar energía o bien un puñado de cereales. Además, en los dos casos, es muy importante la hidratación: beber aproximadamente 500ml de agua, 30 minutos antes de hacer ejercicio.
ANTES DE COMER
La pausa del mediodía en el trabajo, justo antes de comer, es otra de las franjas horarias clásicas para hacer ejercicio. Desde Aerobi.co, se detalla que antes de ir al gimnasio o a correr, es necesario tomar un pequeño tentempié a base de fruta.
Al finalizar la sesión de ejercicio, si se ha hecho una actividad cardio, es importante reponer el gasto energético con carbohidratos y una ración de proteínas, mientras que si se ha hecho una clase de pilates o yoga, al haber menos gasto de glucógeno muscular, no es tan necesario el aporte de hidratos de carbono, por lo que sería ideal una comida de proteínas, verduras y un trozo de pan de no más de 40 gramos.
AL SALIR DEL TRABAJO
La tercera franja horaria clásica y la más habitual para la mayoría es por la tarde, al salir de trabajar. En este caso, los expertos recomiendan comer algo de forma ligera antes del ejercicio y que la cena sea a base de proteínas, verduras de fácil digestión o ensalada si se ha realizado un ejercicio anaeróbico. El postre debe ser a base de una fruta de bajo índice glucémico como manzana, pera o mandarina.
Si se sale a correr, lo ideal sería cenar proteínas y hortaliza crudas, así como un aporte de carbohidratos. Por ejemplo, un menú perfecto sería una ensalada de pollo o atún y una tostada integral o bien un bocadillo integral de pavo con queso freso.