Las dietas ricas en fibra refinada pueden aumentar el riesgo de cáncer de hígado en algunas personas

Archivo - Hígado graso, mujer, dolor.
Archivo - Hígado graso, mujer, dolor. - THARAKORN/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 26 septiembre 2022 18:15

MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

Muchas personas suelen consumir alimentos enriquecidos con fibra para favorecer la pérdida de peso y prevenir enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer. Sin embargo, en algunas personas, sobre todo los que tienen una deformación vascular silenciosa, el consumo de fibra altamente refinada puede aumentar el riesgo de cáncer de hígado, según una nueva investigación de la Universidad de Toledo (Estados Unidos).

El descubrimiento, detallado en un artículo publicado en la revista científica 'Gastroenterology', se basa en la creciente área de investigación según la cual nuestro intestino desempeña un papel infravalorado en el origen de las enfermedades.

"Llevamos mucho tiempo trabajando en la idea de que todas las enfermedades tienen su origen en el intestino. Este estudio supone un notable avance de ese concepto. Además, aporta pistas que pueden ayudar a identificar a los individuos con mayor riesgo de padecer cáncer de hígado y, potencialmente, permitirnos reducir ese riesgo con sencillas modificaciones en la dieta", explica Matam Vijay-Kumar, profesor del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Vida de la Universidad de Toledo y autor principal del artículo.

Hace cuatro años, el equipo de Vijay-Kumar publicó un importante artículo en la revista científica 'Cell' en el que se descubría que un alto porcentaje de ratones con defectos del sistema inmunitario desarrollaban cáncer de hígado tras ser alimentados con una dieta enriquecida con inulina.

La inulina, una fibra fermentable refinada de origen vegetal, está disponible en los supermercados como prebiótico beneficioso para la salud. También es un ingrediente común de los alimentos procesados.

Aunque la inulina favorece la salud metabólica en la mayoría de los que la consumen, Vijay-Kumar y sus colegas descubrieron que aproximadamente uno de cada 10 ratones de laboratorio estándar, aparentemente sanos, desarrolló cáncer de hígado tras el consumo de la dieta que contenía inulina.

"Eso fue muy sorprendente, dado que el cáncer de hígado se observa raramente en los ratones. Los hallazgos plantearon verdaderos interrogantes sobre los riesgos potenciales de ciertas fibras refinadas, pero sólo ahora entendemos por qué los ratones estaban desarrollando un cáncer tan agresivo", apunta Vijay-Kumar.

UN ESLABÓN PERDIDO

A medida que el equipo avanzaba en su estudio, los investigadores descubrieron que todos los ratones que desarrollaron tumores malignos tenían altas concentraciones de ácidos biliares en la sangre, causadas por un defecto congénito hasta entonces inadvertido, denominado derivación portosistémica.

Normalmente, la sangre que sale de los intestinos va al hígado, donde se filtra antes de volver al resto del cuerpo. Cuando existe una derivación portosistémica, la sangre del intestino se desvía del hígado y vuelve al suministro de sangre general del cuerpo.

El defecto vascular también permite que el hígado sintetice continuamente ácidos biliares. Esos ácidos biliares acaban derramándose y entrando en la circulación en lugar de ir al intestino.

La sangre que se desvía del hígado contiene altos niveles de productos microbianos que pueden estimular el sistema inmunitario y causar inflamación.

Para controlar esa inflamación, que puede ser perjudicial para el hígado, los ratones reaccionan desarrollando una respuesta antiinflamatoria compensatoria que amortigua la respuesta inmunitaria y reduce su capacidad de detectar y eliminar las células cancerosas.

Mientras que todos los ratones con exceso de ácidos biliares en la sangre estaban predispuestos a sufrir lesiones hepáticas, sólo los alimentados con inulina progresaron hacia el carcinoma hepatocelular, un cáncer primario de hígado mortal.

Sorprendentemente, todos los ratones con altos niveles de ácidos biliares en la sangre desarrollaron cáncer cuando fueron alimentados con inulina. Ninguno de los ratones con ácidos biliares bajos desarrolló cáncer al ser alimentados con la misma dieta.

"La inulina en la dieta es buena para reducir la inflamación, pero puede provocar inmunosupresión, lo que no es bueno para el hígado", resalta el doctor Beng San Yeoh, becario postdoctoral y primer autor del nuevo artículo.

Leer más acerca de: