Artrosis de rodilla
UAM
Actualizado: miércoles, 19 abril 2017 15:26

MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Southern Queensland (Australia) han descubierto que un alto consumo de ácidos grasos saturados y carbohidratos pueden acabar debilitando el cartílago de las articulaciones y aumentar el riesgo de artrosis, fundamentalmente en cadera y rodilla.

El trabajo, cuyos resultados publica en su último número la revista 'Scientific Reports', es posiblemente el primero que investiga esta relación entre la artrosis y los ácidos grasos más comunes de la dieta.

Los investigadores estudiaron los efectos en las articulaciones de las dietas ricas en carbohidratos y en una variedad de ácidos grasos saturados que se encuentran en alimentos como la mantequilla, el aceite de coco o de palma y la grasa animal.

"Nuestros hallazgos sugieren que no es el desgaste sino la dieta la que tiene mucho que ver con la aparición de la artrosis", ha reconocido el profesor Yin Xiao, que ha dirigido el estudio.

La función principal del cartílago es sellar los extremos del hueso en las articulaciones y absorber la presión sobre los huesos durante el movimiento, como al caminar. Y, según ha detallado, una dieta con carbohidratos sencillos y grasas saturadas al 20 por ciento fue ya suficiente para provocar cambios en la rodilla.

"Los depósitos de ácidos grasos saturados en el cartílago cambian su metabolismo y lo debilitan, haciéndolo más propenso a dañarse, lo que a su vez provoca dolor artrósico por la pérdida del efecto amortiguador del cartílago", ha explicado.

Además, en el estudio también observaron cambios en la parte del hueso situada bajo el cartílago cuando la dieta seguida tenía un alto contenido de grasas saturadas.

Sin embargo, en su investigación también evaluaron los efectos del ácido láurico o dodecanoico, que se encuentra en el aceite de coco, y cuando se reemplazó la grasa de la carne en la dieta con este compuesto vieron un menor deterioro del cartílago y del síndrome metabólico, por lo que parece tener un efecto protector, ha añadido Sunder Sekar, también autor del estudio.

"Probamos una variedad de grasas saturadas y encontramos que el uso a largo plazo de grasa animal, mantequilla y aceite de palma podría debilitar el cartílago", según este experto, que luego aclara que determinadas modificaciones en la dieta pueden revertir este efecto.

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