MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una dieta rica en frutas y verduras; moderada en nueces, pescado y alcohol; y baja en carne y productos lácteos completos se asocia con un mejor rendimiento cognitivo en la mediana edad, según un estudio realizado por investigadores de la Queen's University Belfast en Irlanda del Norte.
"Nuestros hallazgos indican que mantener buenas prácticas dietéticas durante la adultez puede ayudar a preservar la salud cerebral en la mediana edad", han dicho los científicos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'Neurology'.
El estudio involucró a 2.621 personas que tenían una edad media de 25 años al inicio y que fueron seguidas durante 30 años. Se les preguntó sobre su dieta al comienzo del estudio y a los siete y 20 años después. La función cognitiva de los participantes se probó dos veces, cuando tenían entre 50 y 55 años de edad.
Los patrones dietéticos de los participantes fueron evaluados para si se habían adherido a tres dietas saludables para el corazón: la dieta mediterránea (cereales integrales, frutas, verduras, grasas insaturadas saludables, nueces, legumbres y pescado, y limita las carnes rojas, aves y productos lácteos), la dieta DASH (granos, verduras, frutas, productos lácteos bajos en grasa, legumbres y nueces y limita la carne, el pescado, las aves, la grasa total, la grasa saturada, los dulces y el sodio) y la dieta APDQS (frutas, verduras, legumbres, productos lácteos bajos en grasa, pescado y alcohol moderado, y limita los alimentos fritos, los aperitivos salados, los dulces, los productos lácteos con alto contenido de grasa y los refrescos azucarados).
De esta forma, los expertos descubrieron que las personas que seguían la dieta mediterránea y la dieta APDQS, pero no la dieta DASH, tenían menos de 5 años de disminución en su función cognitiva en la mediana edad.
Asimismo, las personas con alta adherencia a la dieta mediterránea eran 46 por ciento menos propensas de tener habilidades de pensamiento deficientes que las personas con baja adherencia a la dieta.
De las 868 personas en el grupo de adherencia alto, el 9 por ciento tenía habilidades de pensamiento deficientes, en comparación con el 29 por ciento de las 798 personas en el grupo bajo. Asimismo, las personas con alta adherencia a la dieta APDQS tenían un 52 por ciento menos probabilidades de tener habilidades de pensamiento deficientes que las personas con baja adherencia a la dieta. De las 938 personas en el grupo alto, el 6 por ciento tenía habilidades de pensamiento deficientes, en comparación con el 32 por ciento de las 805 personas en el grupo bajo.
"Si bien todavía no conocemos el patrón dietético ideal para la salud del cerebro, cambiar a una dieta saludable para el corazón podría ser una forma relativamente fácil y efectiva de reducir el riesgo de desarrollar problemas de pensamiento y memoria a medida que envejecemos", han zanjado los expertos.