MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una sustancia producida por los microorganismos intestinales tras la ingesta de alimentos de la dieta occidental puede provocar cicatrices y daños en los vasos sanguíneos de los pacientes con esclerodermia, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
El microbioma intestinal regula la inmunidad, y sus alteraciones desempeñan un papel en enfermedades autoinmunes como la esclerodermia. Sin embargo, hasta ahora, los investigadores no sabían cómo las alteraciones del microbioma intestinal contribuyen a la fibrosis y al daño vascular característicos de la esclerodermia.
Este trabajo, publicado en la revista científica 'iScience', ha estudiado cómo un compuesto generado por el microbioma intestinal, denominado N-óxido de trimetilamina, o TMAO, podría provocar cambios en los procesos celulares de la esclerodermia que desencadenan la fibrosis, la inflamación y la lesión vascular.
El TMAO se forma en el hígado después de que el intestino metabolice nutrientes como la colina y la carnitina, que abundan en la dieta occidental, rica en carne.
Los resultados revelan que el TMAO puede reprogramar las células para que se conviertan en miofibroblastos formadores de cicatrices, lo que provoca fibrosis y daños vasculares. Además, la enzima responsable de la formación de TMAO, llamada FMO3, está elevada en los pacientes con esclerodermia.
"Hemos descubierto un mecanismo novedoso que vincula la dieta occidental, el microbioma intestinal y algunos de los efectos devastadores de la esclerodermia. A continuación examinaremos si se pueden utilizar fármacos, o productos alimenticios como el aceite de oliva virgen, para bloquear la formación de este compuesto en el intestino para tratar la fibrosis", explica el doctor John Varga, autor principal del artículo.