La dieta mediterránea puede ayudar a preservar la memoria

Close-up on a woman cooking at home
Close-up on a woman cooking at home - GETTY - Archivo
Publicado: miércoles, 15 abril 2020 8:06

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo análisis de los datos de dos estudios importantes sobre enfermedades oculares, la adherencia a la dieta mediterránea, rica en verduras, granos integrales, pescado y aceite de oliva, se correlaciona con una mayor función cognitiva, por lo que lo factores dietéticos también parecen desempeñar un papel en la disminución del deterioro cognitivo, según publican los autores en la revista 'en la revista Alzheimer's and Dementia'.

Investigadores del National Eye Institute (NEI), parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, dirigieron el análisis de datos del Estudio de Enfermedades de los Ojos Relacionadas con la Edad (AREDS) y AREDS2.

"No siempre prestamos atención a nuestras dietas. Necesitamos explorar cómo la nutrición afecta el cerebro y los ojos", advierte Emily Chew, directora de la División de Epidemiología y Aplicaciones Clínicas NEI y autora principal de los estudios.

Los investigadores examinaron los efectos en la cognición de nueve componentes de la dieta mediterránea, caracterizada por el consumo de frutas enteras, vegetales, granos enteros, nueces, legumbres, pescado y aceite de oliva, así como también el consumo reducido de carnes rojas y alcohol.

AREDS y AREDS2 evaluaron durante años el efecto de las vitaminas en la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que daña la retina sensible a la luz. AREDS incluyó a aproximadamente 4.000 participantes con y sin DMAE, y AREDS2 incluyó a aproximadamente 4.000 participantes con DMAE.

Los investigadores evaluaron a los participantes de AREDS y AREDS2 para la dieta al comienzo de los estudios. El estudio AREDS evaluó la función cognitiva de los participantes a los cinco años, mientras que AREDS2 evaluó la función cognitiva en los participantes al inicio del estudio y nuevamente dos, cuatro y 10 años después.

Utilizaron pruebas estandarizadas basadas en el examen de estado mini-mental modificado para evaluar la función cognitiva, así como otras pruebas. Evaluaron la dieta con un cuestionario que preguntaba a los participantes su consumo promedio de cada componente de la dieta mediterránea durante el año anterior.

Los participantes con mayor adherencia a la dieta mediterránea tuvieron el menor riesgo de deterioro cognitivo. El alto consumo de pescado y verduras parece tener el mayor efecto protector. A los 10 años, los participantes de AREDS2 con el mayor consumo de pescado tuvieron la tasa más lenta de deterioro cognitivo.

Las diferencias numéricas en las puntuaciones de la función cognitiva entre los participantes con la adherencia más alta versus más baja a una dieta mediterránea fueron relativamente pequeñas, lo que significa que las personas probablemente no verán una diferencia en la función diaria. Pero en la población los efectos muestran claramente que la cognición y la salud neuronal dependen de la dieta, según los autores.

Los investigadores también encontraron que los participantes con el gen ApoE, que los pone en alto riesgo de la enfermedad de Alzheimer, en promedio tenían puntajes de función cognitiva más bajos y un mayor declive que aquellos sin el gen.

Los beneficios de una estrecha adherencia a una dieta mediterránea fueron similares para las personas con y sin el gen ApoE, lo que significa que los efectos de la dieta en la cognición son independientes del riesgo genético de la enfermedad de Alzheimer.

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