TARRAGONA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha concluido que seguir una dieta mediterránea no es garantía de una ingesta suficiente de folato, conocida como vitamina B9.
El trabajo, publicado en la revista 'Current Research in Food Science', ha analizado datos sobre los hábitos dietéticos de 740 personas de la provincia de Tarragona, recogidas entre 1998 y 2002, y complementadas con un reconocimiento de salud general y analíticas para reflejar el nivel de B9 y otras vitaminas en sangre, informa la URV en un comunicado de este jueves.
La investigadora del Departamento de Ciencias Médicas Básicas de la URV Michelle Murphy ha explicado que los hábitos de consumo de aquel momento eran "más representativos de la dieta mediterránea que los de hoy en día" y más relevantes en este contexto.
RESULTADOS
Los resultados revelaron que solo el 17,5% de la muestra seguía una dieta mediterránea "rigurosa" y, aún así, un 15% de estas personas no ingerían suficiente B9 según los baremos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, así como un 8,5% no llegaba a los requerimientos de la Organización Mundial de la Salud.
En el caos de las personas con baja adherencia a la dieta mediterránea, las deficiencias de folato se disparan: un 71% no recibía suficiente a través de la ingesta y se detectaron deficiencias en sangre en más de una cuarta parte de los casos.
Además, el estudio ha identificado una carencia en otras vitaminas "de gran importancia" como la B6, imprescindible para el desarrollo del sistema nervioso y el sistema inmunitario.
NO ES GARANTÍA
El trabajo muestra que hay una relación entre llevar una dieta mediterránea, rica y equilibrada, y una ingesta y unos niveles en sangre de folato adecuados en la mayoría de los casos, pero que adherirse a dicha dieta "no garantiza necesariamente" tener unos buenos niveles de B9.
Murphy ha señalado la importancia de sensibilizar a la población en la suplementación en madres gestantes, especialmente en B9 y B12, y ha abierto la puerta al debate de la "fortificación generalizada" de alimentos como la harina.