ALICANTE, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) han contribuido a un amplio estudio de intervención nacional que demuestra que seguir una dieta mediterránea baja en calorías junto con ejercicio físico reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo dos.
En el proyecto han formado parte el investigador principal de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición (Epinut-UMH), Jesús Vioque López, junto a las investigadoras postdoctorales Laura Torres Collado y Sandra González Palacios.
El trabajo, publicado en 'Annals of Internal Medicine', se enmarca en el proyecto Predimed-Plus y "confirma los beneficios de combinar alimentación saludable y actividad física en la prevención de esta enfermedad", según ha informado la UMH en un comunicado.
La diabetes tipo dos es una patología crónica ligada al sobrepeso y la obesidad que "ha aumentado de forma notable en los últimos años y afecta seriamente a la salud y la calidad de vida". Por ello, los expertos han resaltado "la importancia de impulsar estrategias accesibles y sostenibles para prevenirla".
En este contexto, el estudio forma parte de Predimed-Plus, la continuación del proyecto Predimed, que ya había demostrado que la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos "reduce en un 30 por ciento la incidencia de diabetes", aunque con un efecto "limitado" sobre el peso corporal.
De esta manera, en el estudio se han seguido durante seis años a 4.746 personas de entre 55 y 75 años con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico, pero sin enfermedad cardiovascular ni diabetes al inicio.
Los participantes fueron asignados al azar a dos programas, uno basado en la dieta mediterránea, pero sin restricción calórica ni fomento del ejercicio, y otro de intervención intensiva, que combinaba este tipo de alimentación con una reducción de 600 kilocalorías diarias junto a un programa de mayor actividad física y apoyo conductual para perder peso.
Así, los participantes asignados a la intervención intensiva mostraron una mayor adhesión a la dieta mediterránea, aumentaron su actividad física, perdieron más peso y necesitaron menos medicación para controlar la glucosa tras un diagnóstico de diabetes.
Además, el riesgo de desarrollar la enfermedad fue del 9,5 por ciento frente al 12% del grupo con dieta mediterránea sin restricción, lo que supone una reducción relativa del 31%.
Según el equipo investigador, los componentes de la dieta mediterránea "actúan de forma sinérgica en procesos clave de la diabetes tipo dos", como la resistencia a la insulina, la inflamación o el estrés oxidativo.
Estos efectos "se potencian con la actividad física y la pérdida de peso" y, además, al tratarse de una dieta "sabrosa, sostenible y culturalmente aceptada", constituye una estrategia "ideal a largo plazo para prevenir enfermedades cardiometabólicas".
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Asimismo, este proyecto ha sido reconocido por la revista 'Nature Medicine' como uno de los once estudios con potencial de transformar la medicina en los próximos años. En él participan más de 200 especialistas de 23 universidades y centros españoles, entre ellos personal investigador de la UMH y del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), que ha sido el quinto grupo aportador de participantes en el estudio global.