Una dieta baja en calorías, buena contra el envejecimiento

Dieta macrobiótica, vegetales, salusable
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Actualizado: viernes, 19 junio 2015 10:26

MADRID, 19 Jun. (INFOSALUS) -

   Restringir el acceso a los alimentos, lo que se conoce como el ayuno, es malo para el organismo, sobre todo por sus consecuencias para la salud si se mantiene en el tiempo. Además de aumentar el riesgo de sufrir enfermedades, aumenta la posibilidad de adaptarse a  malos hábitos alimentarios. Sin embargo, investigadores norteamericanos han estudiado los efectos de realizar durante unos días a la semana una dieta baja en calorías -dieta que se define como la dieta que imita al ayuno -, y que podría tener efectos beneficiosos para la salud.

   DIETA BAJA EN CALORÍAS

   La investigación, liderada por la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, muestra que la adopción periódicamente de una dieta que imita los efectos del ayuno puede producir una amplia gama de beneficios y, sobre todo, retrasar el envejecimiento.

   El líder del trabajo, Valter Longo, profesor de Biogerontología en la Escuela USC Davis de Gerontología y director del Instituto de Longevidad de la USC, y sus colegas muestran que los ciclos de una dieta de cuatro días baja en calorías que imita al ayuno (FMD, por sus siglas en inglés) reduce la grasa abdominal visceral y eleva el número de células progenitoras y células madre en varios órganos de los ratones viejos, incluyendo el cerebro, donde impulsó la regeneración neuronal y mejoró el aprendizaje y la memoria.

   Las pruebas de ratón fueron parte de un estudio de tres niveles sobre los efectos del ayuno periódico en pruebas de levadura, ratones y seres humanos, cuyos resultados se revelan en un artículo que se publica este jueves en la revista 'Cell Metabolism'.

   Los ratones, que tienen una esperanza de vida relativamente corta, dieron detalles acerca de los efectos de toda una vida de ayuno. Las levaduras, que son organismos más simples, permitieron a Longo descubrir los mecanismos biológicos que desata el ayuno a nivel celular y un estudio piloto en humanos encontró evidencia de que los estudios en ratones y levaduras eran aplicables a los seres humanos.

   Ciclos bimestrales que duraron cuatro días de una dieta baja en calorias que se inició en la mediana edad de ratones extendieron la esperanza de vida, redujeron la incidencia de cáncer, impulsaron el sistema inmunológico, disminuyeron las enfermedades inflamatorias, frenaron la pérdida de densidad mineral ósea y mejoraron las capacidades cognitivas de los ratones más viejos rastreados en el estudio. La ingesta total de calorías mensuales fue la misma para los grupos de una dieta baja en calorias y de una dieta control, lo que indica que los efectos no fueron el resultado de una restricción total en la dieta.

   En un ensayo piloto humano, tres ciclos de una dieta similar realizados por 19 sujetos una vez al mes durante cinco días disminuyeron los factores de riesgo y los biomarcadores del envejecimiento, la diabetes, la enfermedad cardiovascular y el cáncer sin mayores efectos secundarios adversos, según Longo.

   "Es difícil que la gente se adhiera al ayuno estricto y también puede ser peligroso por lo que desarrollamos una dieta compleja que provoca los mismos efectos en el cuerpo", apunta Longo. "He tratado personalmente con ambas y una dieta que imita el ayuno es mucho más fácil y también mucho más segura", añade.

   La dieta redujo la ingesta calórica de una persona entre un 34 y 54 por ciento de lo normal, con una composición específica de proteínas, carbohidratos, grasas y micronutrientes. Se disminuyeron las cantidades de la hormona IGF-I, que se requiere durante el desarrollo para crecer, pero es un promotor de envejecimiento y se ha relacionado con la susceptibilidad al cáncer.

   También aumentó la cantidad de la hormona IGFBP- y se redujeron biomarcadores/factores de riesgo ligados a la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, incluyendo la glucosa, la grasa del tronco y la proteína C reactiva, sin afectar negativamente a la masa muscular y ósea. Longo ha demostrado previamente cómo el ayuno puede ayudar a matar de hambre a las células cancerosas al tiempo que protege las células inmunes y otras de la toxicidad de la quimioterapia.

¿NUEVA ESTRATEGIA CONTRA EL ENVEJECIMIENTO?

   "Se trata de reprogramar el cuerpo por lo que entra en un modo de envejecimiento más lento, pero también de rejuvenecer a través de la regeneración basada en células madre --destaca Longo--. No es una dieta típica porque no es algo que tiene que mantenerse". Durante 25 días al mes, los participantes del estudio volvieron a sus hábitos alimenticios regulares --buenos o malos-- una vez que terminó el tratamiento. No se les pidió que modificaran su dieta y todavía se vieron cambios positivos.

   Longo cree que para la mayoría de la gente normal, la FMD se puede hacer cada entre tres y seis meses, dependiendo del estado de salud y la circunferencia abdominal. Para los sujetos obesos o con factores de riesgo de enfermedades elevadas, el médico podría recomendar la FMD con frecuencia, como una vez cada dos semanas. Su equipo está probando su efecto en un ensayo clínico aleatorizado, que se realizará en breve, con más de 70 sujetos.

   "Si los resultados siguen siendo tan positivos como los actuales, creo que esta FMD representará la primera intervención segura y eficaz para promover cambios positivos asociados con la longevidad y la salud, de forma que puede recomendarla el médico", augura Longo. A pesar de sus efectos positivos, Longo advierte del ayuno sólo con agua y desaconsejó intentar la dieta que imita el ayuno sin antes consultar a un médico y buscar su supervisión durante todo el proceso.

   "No todo el mundo está lo suficientemente saludable para ayunar durante cinco días y las consecuencias para la salud pueden ser graves para unos pocos que lo hacen incorrectamente. Tomar sólo agua durante el ayuno sólo debe ser realizado en una clínica especializada y puede aumentar la incidencia de cálculos biliares en mujeres en riesgo si se hace incorrectamente", alerta.

   "Por el contrario -añade que la dieta que imita el ayuno probada en este ensayo se puede hacer en cualquier lugar bajo la supervisión de un médico y siguiendo cuidadosamente las guías establecidas en los ensayos clínicos". Longo también advierte que los sujetos diabéticos no deben someterse a cualquiera ayuno o dietas que imitan el ayuno al recibir insulina, metformina o medicamentos similares.

   También dijo que los sujetos con índice de masa corporal menor de 18 no deben ser sometidos a la dieta de la FMD. Para el estudio, Longo colaboró con los investigadores y clínicos de la USC, así como de Texas, Italia e Inglaterra, y el estudio fue financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento.