MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Buck (Estados Unidos) han demostrado por primera vez, en un estudio publicado en la revista 'Nature Communications', un vínculo entre la dieta, los ritmos circadianos, la salud ocular y la esperanza de vida.
Estudios previos han demostrado en personas que existe una asociación entre los trastornos oculares y la mala salud. "Nuestro estudio argumenta que es más que una correlación: la disfunción del ojo en realidad puede generar problemas en otros tejidos", han dicho los expertos, quienes han demostrado durante años que el ayuno y la restricción calórica pueden mejorar muchos funciones del cuerpo.
"Ahora estamos demostrando que el ayuno no solo mejora la vista, sino que el ojo en realidad juega un papel que influye en la esperanza de vida. El hallazgo de que el ojo mismo, al menos en la mosca de la fruta, puede regular directamente la vida útil fue una sorpresa para nosotros", han apostillado.
La explicación de esta conexión se encuentra en los 'relojes' circadianos, la maquinaria molecular dentro de cada célula de cada organismo, la cual ha evolucionado para adaptarse al estrés diario, como los cambios en la luz y la temperatura causados por la salida y puesta del sol. Estas oscilaciones de 24 horas afectan los comportamientos animales complejos, como las interacciones depredador-presa y los ciclos de sueño/vigilia, hasta ajustar la regulación temporal de las funciones moleculares de la transcripción de genes y la traducción de proteínas.