MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ácido transvaccénico (ATV), un ácido graso de cadena larga que se encuentra en la carne y los productos lácteos de animales de pastoreo como vacas y ovejas, mejora la capacidad de las células T CD8+ para infiltrarse en los tumores y eliminar las células cancerosas, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).
La investigación, publicada en la revista 'Nature', muestra también que los pacientes con mayores niveles de ATV circulante en la sangre respondieron mejor a la inmunoterapia, lo que sugiere que podría tener potencial como suplemento nutricional para complementar los tratamientos clínicos contra el cáncer.
"Hay muchos estudios que intentan descifrar la relación entre la dieta y la salud humana, y es muy difícil comprender los mecanismos subyacentes debido a la gran variedad de alimentos que consume la gente. Pero si nos centramos sólo en los nutrientes y metabolitos derivados de los alimentos, empezamos a ver cómo influyen en la fisiología y la patología", afirma el doctor Jing Chen, Catedrático de Medicina Janet Davison Rowley de la UChicago y uno de los autores principales del nuevo estudio.
"Al centrarnos en los nutrientes que pueden activar las respuestas de las células T, encontramos uno que realmente mejora la inmunidad antitumoral mediante la activación de una importante vía inmunitaria", añade.
El laboratorio de Chen se centra en comprender cómo los metabolitos, nutrientes y otras moléculas que circulan por la sangre influyen en el desarrollo del cáncer y en la respuesta a los tratamientos oncológicos.
Para el nuevo estudio, dos becarios posdoctorales, Hao Fan y Siyuan Xia, ambos coautores, partieron de una base de datos de unos 700 metabolitos conocidos procedentes de los alimentos y crearon una biblioteca de compuestos "nutrientes de la sangre" formada por 235 moléculas bioactivas derivadas de nutrientes.
Examinaron la capacidad de los compuestos de esta nueva biblioteca para influir en la inmunidad antitumoral mediante la activación de los linfocitos T CD8+, un grupo de células inmunitarias fundamentales para eliminar las células cancerosas o infectadas por virus.
Tras evaluar a los seis mejores candidatos en células humanas y de ratón, los científicos observaron que el ATV era el más eficaz. El ATV es el ácido graso trans más abundante presente en la leche humana, pero el organismo no puede producirlo por sí mismo. Sólo un 20% del ATV se descompone en otros subproductos, con lo que el 80% queda circulando por la sangre. "Eso significa que debe haber algo más que haga, así que empezamos a trabajar más en ello", señala Chen.
A continuación, los investigadores realizaron una serie de experimentos con células y modelos de ratón de diversos tipos de tumores. Alimentar a los ratones con una dieta enriquecida con ATV redujo significativamente el potencial de crecimiento tumoral de células de melanoma y cáncer de colon en comparación con los ratones alimentados con una dieta de control. La dieta con ATV también aumentó la capacidad de las células T CD8+ para infiltrarse en los tumores.
El equipo también realizó una serie de análisis moleculares y genéticos para comprender cómo afectaba el ATV a las células T. Estos análisis incluyeron una nueva técnica para monitorizar la transcripción del ADN monocatenario denominada secuenciación del ADN monocatenario asistida por ketoxal, o KAS-seq, desarrollada por Chuan He, Catedrático de Química John T. Wilson de la UChicago y otro de los autores principales del estudio.
Estos ensayos adicionales, realizados tanto por el laboratorio de Chen como por el de He, demostraron que el ATV inactiva un receptor de la superficie celular denominado GPR43, que suele activarse con ácidos grasos de cadena corta producidos a menudo por la microbiota intestinal.
El ATV domina a estos ácidos grasos de cadena corta y activa un proceso de señalización celular conocido como vía CREB, que interviene en diversas funciones, como el crecimiento, la supervivencia y la diferenciación celular. El equipo también demostró que los modelos de ratón en los que se eliminó exclusivamente el receptor GPR43 de las células T CD8+ también carecían de su capacidad mejorada para combatir tumores.
Por último, el equipo también trabajó con el doctor Justin Kline, catedrático de Medicina de la UChicago, para analizar muestras de sangre tomadas de pacientes sometidos a tratamiento de inmunoterapia con células CAR-T para el linfoma.
Observaron que los pacientes con niveles más altos de ATV tendían a responder mejor al tratamiento que los que tenían niveles más bajos. También analizaron líneas celulares de leucemia en colaboración con la doctora Wendy Stock, catedrática de Medicina Anjuli Seth Nayak, y observaron que el ATV potenciaba la capacidad de un fármaco de inmunoterapia para destruir las células leucémicas.
El estudio sugiere que el ATV podría utilizarse como suplemento dietético para ayudar a diversos tratamientos contra el cáncer basados en células T, aunque Chen señala que es importante determinar la cantidad optimizada del nutriente en sí, no la fuente alimentaria.
Cada vez hay más pruebas de los efectos perjudiciales para la salud de consumir demasiada carne roja y productos lácteos, por lo que este estudio no debe tomarse como una excusa para comer más hamburguesas con queso y pizza; más bien indica que los suplementos de nutrientes como el ATV podrían utilizarse para promover la actividad de las células T. Chen cree que puede haber otros nutrientes que puedan hacer lo mismo.
"Hay datos preliminares que demuestran que otros ácidos grasos de plantas señalan a través de un receptor similar, por lo que creemos que existe una alta posibilidad de que los nutrientes de las plantas puedan hacer lo mismo activando también la vía CREB", apunta.
La nueva investigación también pone de relieve lo prometedor de este enfoque "metabolómico" para comprender cómo los componentes básicos de la dieta afectan a nuestra salud. Según Chen, su equipo espera crear una biblioteca completa de nutrientes que circulan por la sangre para comprender su impacto en la inmunidad y otros procesos biológicos como el envejecimiento.
"Tras millones de años de evolución, sólo hay un par de cientos de metabolitos derivados de los alimentos que acaban circulando por la sangre, lo que significa que podrían tener cierta importancia en nuestra biología --explica Chen--. Ver que un único nutriente como la TVA tiene un mecanismo muy específico en un tipo de célula inmunitaria concreto, con una respuesta fisiológica muy profunda a nivel de todo el organismo, me parece realmente asombroso e intrigante".