Descubren que el estómago humano podría ser capaz de descomponer exoesqueletos de insectos

Comer insectos
FLICKR/RICHARD ALLAWAY
Publicado: viernes, 26 enero 2018 14:05

Puede deshacer la quitina, la parte de la cubierta exterior de un insecto

MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Rutgers, de EE.UU, han descubierto que el estómago de los mamíferos, incluido el de los humanos, podría contener una enzima capaz de descomponer los exoesqueletos de los insectos, por lo que se podrían ingerir.

"Durante mucho tiempo, la sabiduría predominante fue que los mamíferos no producían una enzima capaz de descomponer los exoesqueletos de los insectos, por lo que se los consideraba muy difíciles de digerir", pero "ahora se sabe por investigaciones sobre murciélagos y ratones, y ahora su investigación sobre primates, que esto no es cierto", ha declarado la autora principal del estudio dijo Mareike Janiak, candidata a doctora en el Departamento de Antropología.

Janiak y colaboradores de la Universidad Estatal de Kent descubrieron que casi todos los primates vivos todavía tienen versiones funcionales del gen necesario para producir una enzima estomacal que descompone los exoesqueletos.

Asimismo, observaron los genomas de 34 primates, en busca de copias de un gen llamado CHIA, la enzima del estómago que descompone la quitina, que es parte de la cubierta exterior de un insecto.

En concreto, lo que se ha demostrado es que aunque la mayoría de los primates vivos tienen una sola copia del gen CHIA, los primates tempranos, que solían ser muy pequeños, tenían al menos tres copias de trabajo.

Como ejemplo el tarsero, es el primate que más insectos come y en la actualidad solo existe en las islas del sudeste de Asia, tiene cinco copias del gen, porque se duplicó "específicamente" en este linaje. "A medida que algunos primates evolucionaron para ser más grandes y más activos durante el día que durante la noche, sus dietas cambiaron un poco a otros alimentos como frutas y hojas", ha señalado Janiak.

SE TOLERAN MÁS FÁCILES CUANDO LOS INSECTOS SON COCINADOS

Sin embargo, la efectividad de los humanos para digerir el exoesqueleto de un insecto "todavía está siendo debatido en la literatura científica". Mientras que algunos estudios han encontrado que las enzimas estomacales humanas pueden digerir la cubierta externa del insecto que tiene la capa más dura.

"Desafortunadamente, la mayor parte de la investigación humana hasta ahora se ha realizado utilizando participantes de la cultura occidental en lugar de comparar a personas de diversas culturas que en realidad comen insectos regularmente", ha argumentado. "Pero para los humanos, incluso si no tuviéramos una enzima, el exoesqueleto se vuelve mucho más fácil de masticar y digerir una vez que el insecto ha sido cocinado".

Según las Naciones Unidas, los insectos son parte de la dieta tradicional de 2.000 millones de personas en todo el mundo, con 1.900 especies consideradas comestibles y una fuente de alimentos altamente nutritiva con grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas y minerales esenciales.

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