MADRID 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Consejo Superior de Investigadores Científicas (CSIC) han detectado en grelos y berzas la presencia de compuestos anticarcinogénicos exclusivos que pueden ayudar en la prevención de determinados tipos de cáncer, gracias a su elevado contenido en vitaminas y propiedades antioxidantes.
El trabajo, realizado por el Grupo de Genética, Mejora y Bioquímica de Brásicas de la Misión Biológica de Galicia, en colaboración con A Rosaleira, ha confirmado los estudios previos que ya destacaban las propiedades saludables de estos alimentos.
En concreto, han visto que ambos alimentos tienen una concentración "muy destacada" de compuestos anticarcinogénicos, los glucosinolatos y sus derivados, los isotiocianatos, exclusivos de esta familia de plantas.
No obstante, en colaboración con el departamento de Farmacología de la Universidade de Santiago de Compostela se ha evaluado por primera vez los efectos de dos isotiocianatos que se encuentran en los grelos cultivados en Galicia, que no habían sido estudiados previamente en modelos de cáncer.
Los resultados del estudio llevan a la hipótesis de que, en el caso del cáncer de próstata, determinados isotiocianatos presentes en los grelos podrán ser empleados en el tratamiento contra esta enfermedad, como potenciadores del fármaco quimioprotector y antitumoral.
RICOS EN PROTEÍNAS Y VITAMINAS
Por otro lado, el trabajo ratifica la importancia de incluir estos alimentos funcionales en la dieta de forma habitual debido a que son ricos en proteínas y vitaminas A, E y C y fuente de minerales como el hierro, potasio y calcio. La concentración del calcio es de 1.500 miligramos por 100 gramos y la vitamina A, de 5.558 miligramos por kilo.
En cuanto al efecto de las diferentes fechas de siembra y edades de la planta en la composición de parámetros nutricionales para lograr un aporte eficaz de estos alimentos a la dieta, el estudio concluye que los grelos cultivados en otoño tienen un mayor contenido en los compuestos glucosinolatos (implicados en la prevención de diferentes tipos de cáncer) y, además, se incrementa en los brotes.
Y en el caso de las berzas, se ha comprobado que en el ciclo primavera-verano, las hojas presentan un mayor aporte en glucosinolatos y que aumentan considerablemente a medida que la planta se desarrolla, por lo que es preferible realizar la cosecha en plantas adultas (aproximadamente a los seis meses desde el trasplante).
LOS GRELOS TIENEN MÁS CAPACIDAD ANTIOXIDANTE
Respecto a otros parámetros nutricionales, el Grupo de Brásicas ha confirmado que los grelos tienen una mayor capacidad antioxidante que las berzas cultivadas y cosechadas en el mismo período y que ambos cultivos presentan un contenido en compuestos fenólicos totales muy similar.
Los fenólicos son antioxidantes que contribuyen a neutralizar los radicales libres, moléculas cuya acumulación excesiva en el organismo está vinculada a la aparición de patologías cardiovasculares, inflamatorias o neurodegenerativas.
Los resultados en la línea de investigación sobre la influencia de los diferentes métodos de procesado en la composición nutricional indican que el contenido de vitaminas y, en concreto, de la vitamina C es mayor en berzas que en grelos bajo cualquier tipo de procesado, en tanto que la concentración de dos minerales fundamentales para el organismo como el hierro y el calcio es superior en los grelos.
Además, apuntan los investigadores, las propiedades antioxidantes se preservan en grelos y berzas tanto en el proceso de enlatado, como envasado en cristal.