MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El estilo de vida de los dirigentes políticos, su dieta y su práctica deportiva tienen un impacto social y marcan tendencias en cuanto a las políticas económicas relacionadas con el consumo y la alimentación, los niveles de sobrepeso y obesidad, los cambios en el patrón de la dieta, según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO)
Por ello, han decidido contrastar el ejemplo que dan con su estilo de vida y alimentación cinco de mandatarios como Trump, Putin, Merkel, Macron y Sánchez.
VLADIMIR PUTIN
Rusia es un país con 25,7 por ciento de obesidad y 11,1 por ciento de inactividad física poblacional, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde IMEO destacan que su presidente, Vladimir Putin, practica ejercicio físico intenso y cuida su alimentación.
Así, empieza el día con natación; después, realiza un entrenamiento de fuerza y resistencia en su gimnasio. Desayuna después de entrenar, normalmente huevos, en tortilla o crudos de codorniz, frutas y frutos secos, porridge de trigo sarraceno con mijo y miel originaria de Altai.
"Su dieta es variada, saludable y equilibrada. Realiza un desayuno completo con proteína de alto valor biológico en forma de huevos, frutas frescas y de temporada como fuente de vitaminas y minerales y frutos secos para completar con grasas insaturadas de calidad", ha explicado la experta en nutrición y dietética del IMEO, Andrea Marqués.
PEDRO SÁNCHEZ
España tiene un índice de un 27,1 por ciento de obesidad y un 33,4 por ciento de inactividad física en la población. El presidente, Pedro Sánchez, trata de mantener una rutina deportiva 3 veces a la semana, alternando 'running', bicicleta o pesas en el gimnasio, según declaró en una entrevista.
En cuanto a la alimentación, Pedro Sánchez sigue una dieta mediterránea equilibrada, abundante en verduras, ensaladas, carne y pescado a la plancha, según ha señalado en anteriores entrevistas. Realiza las tres comidas clásicas controlando las cantidades, sin saltarse la cena.
"El hecho de limitar los cafés a dos al día, insistir en la alimentación poco procesada y no perdonar su deporte al menos 3 veces por semana, supone una ventaja a la hora de conciliar el sueño y favorecer un descanso nocturno de calidad", ha expresado el dietista experto en nutrición y portavoz del IMEO, Rubén Bravo.
DONALD TRUMP
Desde el instituto señalan que el presidente norteamericano, Donald Trump, es "el más transparente de los mandatarios en este sentido", ya que es el único que "publica los resultados de su examen médico anual". Según el informe del año pasado, el presidente de EE.UU se encuentra en "muy buena salud" a sus 73 años, a pesar de su problema de colesterol y su IMC de 30,4, correspondiente a "obesidad leve".
La alimentación promovida por Donald Trump "causa bastante polémica", puesto que es el máximo defensor de la comida rápida e hipercalórica, provocando altos niveles de obesidad e inactividad física (37,3% y 35%, respectivamente), enfermedades coronarias y respiratorias, cáncer, diabetes y problemas renales, entre otros.
Últimamente, el mandatario ha sido "duramente criticado" por incentivar el consumo de comida basura, incluida la pizza, en los colegios y por reducir las raciones de frutas y verduras en los comedores estudiantiles, catalogando la pasta de harina vegetal como verdura, tal y como recuerdan desde IMEO.
ANGELA MERKEL
La canciller alemana Ángela Merkel, de 65 años de edad, se sometió a una dieta rica en frutas y verduras, vitaminas y minerales antioxidantes en 2014, tras una fractura ósea, "perdiendo diez kilos de peso en tan sólo cuatro meses, todo un mérito, puesto que Merkel está en una edad en la que en la mujer disminuye la capacidad de reacción a los alimentos para crear masa muscular, que es imprescindible para quemar grasa", explica la nutricionista y dietista del IMEO, Andrea Marqués.
Esto tiene que ver con las alteraciones hormonales asociadas a la menopausia y, especialmente, con la bajada de estrógenos que provocan muchos cambios en el cuerpo de la mujer tanto en su masa grasa como en la masa ósea y muscular. "Por lo tanto, sería conveniente cuidar la alimentación, en especial a la ingesta de calcio y vitamina D", especifica la nutricionista.
Cabe recordar que Alemania, con 25,7 por ciento de obesidad y 23,4 por ciento de inactividad física, introducirá a partir de este mes de abril la etiqueta de calidad del llamado semáforo de la alimentación sana, pero solamente de forma voluntaria por parte de aquellos proveedores que deseen sumarse a la iniciativa.
EMMANUEL MACRON
Francia, por su parte, es un país en el que la obesidad es de 23,2 por ciento y la inactividad física, un 26,4 por ciento. La base de la alimentación de su presidente, Emmanuel Macron, son los alimentos de origen vegetal en todas sus formas.
"Estos alimentos, aparte de saciarle sin aportarle un exceso de calorías, le permiten cubrir sus requerimientos de vitaminas, minerales y fibra", señala la nutricionista clínica del IMEO, Carmen Escalada.
Debido a que practica varios deportes con asiduidad, entre ellos el fútbol, el savate (arte marcial francesa), el esquí náutico y el tenis, en su dieta "no pueden faltar los hidratos de carbono complejos que le aporten la energía que necesita", ha añadido la experta.
En cuanto a la política alimentaria, Francia está avanzando "en buena dirección", según el IMEO, y ha aprobado un Proyecto de Ley que entrará en vigor en 2021 para mejorar la calidad nutricional de los alimentos y fomentar hábitos más saludables en la población.
En concreto, se trata de la introducción del semáforo nutricional que se aplicará no sólo en el etiquetado, pero también en los anuncios de publicidad televisivos y se podría evitar únicamente, si se paga la correspondiente contribución económica, concluyen desde IMEO.