MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo tipo de aceite de oliva desarrollado por el Grupo de Compuestos Bioactivos, Nutrición y Salud del Instituto de la Grasa (IG), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, ha demostrado su utilidad como alimento funcional en la prevención de la diabetes mellitus de tipo 2, según las conclusiones del Estudio Prediabole.
Se trata del aceite de oliva funcional enriquecido en ácido oleanólico, que ya cuenta con una patente de titularidad compartida entre el CSIC y el Servicio Andaluz de Salud (SAS). La utilidad específica de este alimento funcional en la prevención de la Diabetes Mellitus de tipo 2 ha sido comprobada mediante el Estudio Prediabole, diseñado de forma conjunta por el investigador del IG y director del Grupo de Compuestos Bioactivos, Nutrición y Salud, José María Castellano, y los investigadores del CIBEROBN (Instituto de Salud Carlos III), José Lapetra y José Manuel Santos.
El estudio ha demostrado que el consumo del aceite de oliva enriquecido en ácido oleanólico puede reducir a la mitad el riesgo de desarrollar diabetes en individuos prediabéticos, es decir, aquellos con la glucemia basal alterada y tolerancia alterada a la glucosa. La investigación ha sido publicada en 'Diabetes, Obesity and Metabolism'.
El investigador del IG y director del Grupo de Compuestos Bioactivos, Nutrición y Salud, José María Castellano Orozco, ha explicado que este nuevo alimento funcional "incorpora concentraciones terapéuticas de ácido oleanólico natural, obtenido con muy alta pureza a partir de la hoja de olivo, a través de un procedimiento también patentado en 2001 por el mismo grupo".
El ácido oleanólico es un componente natural del aceite de oliva y de muchos alimentos vegetales (piel de la uva, tomate, manzana...), presente en gran cantidad en la hoja del olivo y en la cutícula de la aceituna.
No obstante, ha explicado, sólo una pequeña fracción pasa al aceite de oliva durante su elaboración. Al enriquecer el aceite con mayores cantidades del mencionado ácido, se obtiene un nuevo alimento funcional que abre las puertas a dietas personalizadas para combatir enfermedades crónicas degenerativas asociadas a la obesidad y al envejecimiento, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, y ciertos tipos de cáncer.
ENSAYO EN 176 PACIENTES
Para el autor senior del trabajo y codirector del grupo del
CIBEROBN, José Manuel Santos, "estos resultados avalan la utilización del ácido oleanólico, junto a modificaciones del estilo de vida, para ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. En el ensayo, el ácido oleanólico se administraba disuelto en aceite de oliva comercial, medio en el que consigue alcanzar su mayor biodisponibilidad".
Según ha apuntado el investigador, el Estudio Prediabole es un estudio clínico pionero, aleatorizado, doble ciego y controlado, desarrollado entre los años 2010 y 2018, con una estrecha coordinación con el Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla. En el ensayo han participado 176 individuos prediabéticos (glucemia basal alterada y tolerancia alterada a la glucosa) de ambos sexos y de edades comprendidas entre 30 y 80 años, reclutados entre la población asistida por 25 centros de salud del SAS en la ciudad de Sevilla.
La intervención dietética consistió en la ingesta diaria, durante 30 meses, de 55 mililitros del aceite de oliva funcional enriquecido en ácido oleanólico, libremente distribuido entre las tres comidas principales. El resultado obtenido fue una reducción del riesgo relativo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 55 por ciento, en comparación con la ingesta del mismo aceite de oliva comercial sin enriquecer.
"Además de eficaz, la ingesta diaria de este nuevo alimento ha demostrado ser segura", ha asegurado Castellano Orozco, que ha indicado que los voluntarios participantes en el ensayo clínico no sólo no han descrito efectos adversos durante el transcurso del ensayo, sino que un primer estudio retrospectivo de las historias médicas electrónicas ha mostrado una menor incidencia de eventos cardiovasculares, renales y hepáticos durante el periodo comprendido desde el reclutamiento hasta dos años después de finalizar su participación en el ensayo. "La buena aceptación de la intervención dietética y su palatabilidad muestran su potencial para ser mantenida a largo plazo", ha concluido.